Arquitectura Pasiva. Evaluación de Soluciones Básicas en la Arquitectura de Viviendas

De Construmatica

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En el camino hacia el consumo energético casi nulo de los edificios, al que obliga la directiva europea de mayo 2010, los dos objetivos básicos son:

  • Satisfacer la demanda energética mediante energías renovables, eficaces en su aprovechamiento térmico y en la reducción de emisiones.

Como disminuir la carga térmica

Para una disminución efectiva de la carga térmica existen herramientas de índole diversa. Desde soluciones ligadas al conocimiento tradicional de la arquitectura hasta la aplicación de materiales nuevos con características térmicas sofisticadas, como pueden ser los revestimientos de cambio de fase.

En todo caso, una parte importante del arsenal de medidas a emplear obedece a leyes físicas sencillas que hacen que el aprovechamiento pasivo sea un tema abordable.

Un segundo aspecto ayuda a que las soluciones bioclimáticas a aplicar sean sencillas: nuestro clima proporciona recursos fáciles y nos evita tener que aplicar soluciones sofisticadas para obtener disminuciones importantes de la demanda térmica.

Es imprescindible que los criterios y las soluciones básicas estén presentes en el inicio del proyecto para luego poderlas desarrollar, ya que muchas de las soluciones tienen un significado puramente arquitectónico, es decir, no son soluciones o técnicas aisladas que puedan solventarse por separado: las soluciones bioclimáticas inciden en la configuración del espacio y en la forma en que éste deberá ser utilizado.

Condiciones necesarias para resolver un proyecto con aprovechamiento pasivo

  • La primera condición para resolver un proyecto con un aprovechamiento pasivo elevado es precisamente conceder importancia a esa premisa que deberá ocupar una posición importante en la escala de valores que ordene las decisiones del proyecto.

Las soluciones de proyecto idóneas serán las que puedan ser posteriormente aplicadas por los usuarios.

¿Cuáles serán estas soluciones?:

Las soluciones son las que, además de un beneficio bioclimático, cumplen tres condiciones: ser soluciones contrastadas, suponer un beneficio para los usuarios y no tener una dificultad de uso excesiva.

Soluciones contrastadas

Salvo en proyectos piloto experimentales, hay que recurrir a soluciones conocidas y evaluables. Aquellas de las que sea posible conocer las dificultades de ejecución y de mantenimiento y disponer de información acerca de su eficacia en términos económicos y de emisiones.

El uso de soluciones contrastadas es importante, especialmente en un momento en el que la inquietud y la urgencia por hacer edificios sostenibles puede conducir a adoptar soluciones aparentemente idóneas, cuya eficacia real sea baja o presenten contrapartidas de dificultad de ejecución en obra, de funcionalidad, coste o mantenimiento, que las hagan ineficaces.

Beneficio para los usuarios

Los beneficios claros de un edificio bioclimático son la reducción del uso de energías no renovables y de las emisiones asociadas. Para lograrlos es asimismo necesario que obtengan beneficios los usuarios finales, que son los que operarán, y, de una u otra forma, costearán el mantenimiento del edificio. Deben conocer los sistemas y las ventajas que les ha de reportar.

Facilidad de uso

Es un punto importante para que el aprovechamiento pasivo teórico se convierta en real.

Las soluciones habilitadas deben ser fáciles de operar, no obligar a realizar rutinas cotidianas que no podrán ser atendidas por los usuarios si no se hallan presentes o resultan engorrosas.

Esto conduce a automatizar aquellas soluciones que supongan una ventaja térmica clara.

En caso contrario si, por ejemplo, se confía a los usuarios el abrir o cerrar unos librillos, para permitir o impedir el asoleo, el resultado final, en muchos casos, será malo.

La arquitectura de hoy debe virar hacia el aprovechamiento pasivo. Es, en parte, una vuelta a los principios de la arquitectura tradicional, cuando no existían los recursos técnicos ni la energía necesaria para acondicionar las viviendas, cuando el ingenio y la escasez hallaban las soluciones en los recursos naturales.

Unir los conocimientos de la arquitectura tradicional con la capacidad tecnológica actual y aplicarlos a mejorar el aprovechamiento pasivo de las viviendas abre posibilidades enormes de ahorro energético.

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