El metal es un material resistente que permite ser producido en cadena y que abre, cada vez en mayor medida, nuevos horizontes en el diseño, ya que las superficies y los acabados metálicos pueden crear un ambiente de elegante eficacia y contemporaneidad.

Para contrarrestar su tendencia natural a la oxidación y la corrosión, se emplean en forma de aleaciones estables o bien se les aplica una capa o un acabado protector.

Los metales de mayor utilización en Interiores son:

Aplicaciones

 
Acero Inoxidable

Existe una extensa gama de accesorios metálicos tales como grifos, manijas, bisagras, aldabas, y elementos más constitutivos como fregaderos, radiadores, lámparas, etc.

El metal pulido aporta brillo, ya que refleja la luz con intensidad mientras que las superficies mate poseen una cualidad de brillo satinado menos intenso pero igualmente llamativo.

  • Aberturas

El metal y el vidrio han ido combinándose durante siglos: ventanas con cristales enmarcados en plomo blando, tragaluces con barras de hierro forjado o hierro colado e invernaderos con estructuras de hierro y cristal. Gracias a su notable resistencia el metal puede utilizarse para estructuras con mínima presencia. Las estructuras de acero y vidrio maximizan la luz y permiten integrar visualmente el exterior con el interior.

  • Suelos

La aplicación más habitual tiene lugar en las escaleras, entresuelos, zonas de paso, donde proporciona un interesante contraste de textura y aspecto con los suelos tradicionales. Los paneles de rejilla y la tela metálica resistente son especialmente eficaces por su semitransparencia y ligereza aparente. Como contrapartida, se deberá tener en cuenta que pueden resultar fríos y poco amortiguadores del sonido.

Láminas y baldosas metálicas de aluminio, tres veces más ligero que el acero o bien el acero galvanizado son una buena opción para acabados de suelos.

Los suelos metálicos de estilo industrial suelen presentar motivos en relieve ( barras o puntos ) para evitar el riesgo de resbalones.

La instalación debe hacerse sobre una base firme de madera u hormigón. Losetas y láminas pueden adherirse con cola especial o bien ser atornilladas.

  • Revestimientos

El cinc en las encimeras, o el acero inoxidable en los fregaderos aportan brillo y vistosidad además de durabilidad y fácil mantenimiento.

Las láminas de acero ondulado recubiertas con aluminio o cinc se emplean para paredes laterales o en techos de cobertizos y edificios prefabricados. Se pueden pintar o recubrir con cerámica o plástico.

  • Detalles

Puede introducirse el metal en forma de detalles con el fin de conseguir un interior contemporáneo. En el mercado podemos encontrar una extensa gama de accesorios y mobiliario metálicos. Las persianas venecianas de aluminio, pantallas de lámparas, marcos de cuadros o estantes que enriquecerán por su brillo y textura el ambiente en que se coloquen.

También las estufas de acero poseen un toque escultural y se encuentran disponibles en distintos colores y texturas.

Inclusive el metal puede ser aplicado en textiles interiores, en telas metálicas que brillan con sutiles tonos iridiscentes y que son un buen complemento en cortinas, tapicería, etc.

Mantenimiento

Se han desarrollado tratamientos y aleaciones para evitar la corrosión, pero por lo general la mayor parte de los elementos metálicos en interiores apenas requieren mantenimiento. Existen limpiadores y pulidores específicos según el material a tratar: acero inoxidable, latón, etc.

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