Flexibilidad. Técnica Constructiva y Oficio Proyectual


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Superficie y flexibilidad en la vivienda

Es indudable que la máxima capacidad de flexibilidad se debe al tamaño de la vivienda.

Nada es más flexible y abierto que la abundancia de espacio. El éxito de la vivienda histórica se basa en esta virtud.

En principio, cuanto más grande es un conjunto de locales, más flexible es.

Pero las viviendas, por razones económicas, no pueden ser grandes. La tendencia actual apunta hacia la disminución de su superficie, como consecuencia del encarecimiento del suelo, invirtiendo la positiva dirección de la evolución que tuvo lugar en los años setenta.

Recursos para conseguir flexibilidad

Apartamentos en la Rue Franklin (A. Perret). La generosidad de la superficie y la ambigüedad de los usos definidos por la compartimentación son la mejor garantía de la flexibilidad

En la mayoría de los casos, serán necesarios otros medios para conseguir la flexibilidad:

  • Mediante una compartimentación ambigua que admita una polivalencia de uso de los espacios sin necesidad de transformarlos. Una pieza, por ejemplo, que sirva como despacho, como dormitorio, como comedor o como segunda sala de estar.
  • Reducción de los elementos de división o incorporación de cerramientos móviles.
Esta posibilidad ha generado cierto desencanto vistos los escasos resultados obtenidos después de predicar muchos años. Los cerramientos móviles raramente son buenos aislantes del ruido si no es con costes muy elevados.
  • Incorporación de nuevos espacios a la vivienda.
El caso más frecuente es la incorporación en el interior de la vivienda de terrazas que se cierran.
  • Concepción de la vivienda que distinga entre componentes estructurales e infraestructurales, de carácter básico y fijo, y componentes de compartimentación, de equipo y de acabados, incorporables y modificables según los deseos de los ocupantes a lo largo del tiempo.
Ésta es la concepción corriente en la construcción de oficinas. Sobre esta manera de enfocar la flexibilidad conviene recordar las aportaciones hechas por J. N. Habraken en los años sesenta con su teoría de los supports.

Limitaciones a la flexibilidad

Una de las limitaciones corrientes a la flexibilidad - excepto en el caso de las viviendas aisladas - estriba en la dificultad de modificar los límites de las mismas cuando varía su ocupación. Y aunque tal flexibilidad se ha practicado a lo largo de la historia (mediante el intercambio -horizontal o vertical- de espacios en viviendas vecinas) y a pesar de ser técnicamente posible -como han demostrado ciertas propuestas-, hoy en día resulta difícil ponerla en práctica, tanto por las dificultades que imponen sus distribuciones laberínticas como por las de tipo administrativo.

Prácticamente todas las viviendas gozan de cierto grado de flexibilidad

Esta flexibilidad es más elevada cuanto más limpia y amplia es la estructura y cuanto más ordenada y equilibrada es la compartimentación, sin fijar una estrecha y unívoca relación funcional. En este sentido, una medida sencilla y efectiva de dar flexibilidad a las viviendas de construcción normal es la previsión de que ciertas piezas se puedan integrar por la simple supresión de tabiques.

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Editorial: McGraw-Hill]