Corrosión del Aluminio

Los Perfiles de Aluminio empleados en la construcción están sometidos a un riesgo permanente de corrosión, el que no sólo puede presentar deterioro de la estética sino de su propia estructura.

Podemos distinguir dos tipos diferenciados de corrosión en el aluminio que pueden deteriorarlo gravemente, éstos son:

Corrosión filiforme

Es una corrosión que se produce creciendo desde el interior al exterior del perfil. Su nombre se debe al aspecto de los filamentos ; la aparición de éstos generalmente se debe a una mala preparación de la superficie en la fase de cromatizado previo al lacado. También puede aparecer la corrosión filiforme como consecuencia de la porosidad del recubrimiento o de falta de adherencia del mismo.

Corrosión por par galvánico

La corrosión galvánica se produce cuando dos metales en contacto y ambos poseen potenciales eléctricos diferentes, lo cual favorece el comportamiento de un metal como ánodo y del otro como cátodo. A mayor diferencia de potencial, el metal más activo es el que se comportará como ánodo.

Debe tenerse muy en cuenta, en los muros cortina la posible aparición de par galvánico, tanto en los anclajes como en las mechas puesto que generalmente ambos son de acero galvanizado, zincado o pintado, mientras que el resto de uniones o tornillos son de Acero Inoxidable, de Aluminio o de Zamack, alternativas que no suelen causar problemas. El par galvánico puede evitarse colocando separadores de materiales inertes (plásticos) entre el Aluminio y los otros metales, como puede ser el acero en el caso de los anclajes y de las mechas.

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