Amianto - Guía Buenas Prácticas

De Construmatica


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El amianto es la forma fibrosa de varios minerales naturales. Sus principales variedades son las siguientes:

  • Crisótilo (amianto blanco)
  • Crocidolita (amianto azul)
  • Grunerita amianto (amosita, amianto marrón)
  • Actinolita amianto
  • Antofilita amianto
  • Tremolita amianto.

Las tres primeras son las variedades de amianto más utilizadas comercialmente. Aunque se conozcan por su color, el color no basta para identificarlas de manera fiable y para ello es preciso analizarlas en un laboratorio. El amianto puede incorporarse a una serie de productos (véase el capítulo 4). Si las fibras pueden liberarse, existe el peligro de inhalar las que se encuentren en suspensión en el aire.

Estas fibras microscópicas pueden depositarse en los pulmones, permanecer allí durante años, y causar enfermedades mucho tiempo después, normalmente varias décadas más tarde.

Si las fibras de amianto sólo están débilmente ligadas en el producto o material, a causa de la friabilidad o de las condiciones del producto o del material, el riesgo de que se liberen fibras aumenta. Por el contrario, si las fibras están firmemente ligadas en un material no friable, es menos probable que se produzca la liberación de fibras. Varios Estados miembros disponen de procedimientos que atribuyen prioridad a la retirada de los materiales con amianto considerados más peligrosos.

Todas las variedades de amianto son agentes carcinógenos de la clase 1; es decir, se ha constatado que provocan cáncer en el ser humano. La Directiva europea sobre la protección de los trabajadores contra el amianto (83/477/CEE, modificada en último lugar por la Directiva 2003/18/CE) exige que la exposición del trabajador se mantenga por debajo de 0,1 fibras/cm3 para todos los tipos de amianto. La exposición a todos los tipos de amianto debe reducirse al mínimo y, en cualquier caso, por debajo del valor límite.

Algunos Estados miembros exigen que en decisiones relativas a la prioridad de un peligro se tenga también en cuenta el tipo de amianto. Esto es así porque las pruebas epidemiológicas indican que, para una concentración dada de fibras (medidas por el método estándar para el lugar de trabajo), el amianto de crocidolita es más peligroso que la amosita, que, a su vez, es más peligrosa que el crisótilo. Sin embargo, esto no influye en la exigencia de recurrir a las mejores prácticas a fin de prevenir la exposición a cualquier tipo de amianto.

La presente guía establece orientaciones prácticas sobre cómo prevenir o minimizar la exposición a cualquier tipo de amianto.

El consumo anual de amianto en Europa ha sufrido importantes variaciones a lo largo del siglo XX, como puede verse en el cuadro 2.1. Los datos (para el consumo total de veintisiete países europeos, establecidos por Virta en 2003) muestran claramente que el consumo aumentó rápidamente entre 1950 y 1980 aproximadamente y que, a partir de entonces, comenzó a descender a consecuencia de las restricciones o prohibiciones del uso de amianto introducidas en algunos Estados miembros. Este declive se aceleró con las prohibiciones establecidas por las Directivas europeas en los años 90. La prohibición total del uso y la comercialización de los productos que contienen amianto entró en vigor el 1 de enero de 2005 (a raíz de la Directiva 1999/77/CE de la Comisión Europea).

La prohibición de la extracción de amianto y de la fabricación y transformación de productos que contengan amianto entró en vigor en abril de 2006 (como consecuencia de la Directiva 2003/18/CE sobre la protección de los trabajadores contra el amianto). Por lo tanto, los problemas que subsisten en Europa en relación con el amianto se deben al amianto instalado en edificios, plantas o equipos.

Asimismo, se aprecian diferencias importantes entre los Estados miembros de la UE; así, algunos países redujeron el consumo de amianto a partir de 1980 aproximadamente, mientras que otros siguieron utilizándolo hasta el fin del siglo.

Cuadro 2.1 Estimación del consumo global de amianto en Europa entre 1920 y 2000

Estimación consumo global de amianto 1.JPG

Fotografía 2.2 Microfotografía de fibras de amianto crisótilo tomada con un microscopio electrónico de barrido

Foto 2.2.JPG

Fotografía 2.3 Microfotografía de fibras de amianto amosita tomada con un microscopio electrónico de barrido

Foto 2.3.JPG

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