Acciones para asegurar la ausencia de fisuras



Siempre se ha considerado que los revestimientos cerámicos destacan por una serie de cualidades que los hacen ser superiores a otros tipos de revestimientos. Estas cualidades son tanto funcionales como estéticas o de durabilidad. Los revestimientos cerámicos son fácilmente limpiables, resistentes química y mecánicamente, impermeables, resistentes a la abrasión, etc. Por otro lado se pueden conseguir terminaciones con efectos estéticos o visuales muy variados y agradables. Y en cuanto a durabilidad, pueden mantenerse inalterados durante un prolongado espacio de tiempo.

Podemos considerar los revestimientos cerámicos como un sistema o material compuesto (“composite”) de 3 fases. Estas fases serían el soporte, el adhesivo y la pieza cerámica. Cuando se colocan están en un estado tensional neutro. Los tres materiales tienen las mismas dimensiones en ese momento, y no se produce ninguna transmisión de esfuerzo entre ellos.

Con el paso del tiempo, las tres fases que hemos nombrado anteriormente pueden (y en mayor o menor medida siempre lo hacen) cambiar sus dimensiones. El soporte puede cambiar sus dimensiones debido a cambios térmicos o deformaciones inducidas por cargas. El adhesivo puede retraer por secado o expandir por alguna causa. La pieza cerámica puede cambiar sus dimensiones por variaciones higrotérmicas, cargas, u otro tipo de acciones.

Cuando se producen ese tipo de cambios dimensionales en alguno de los tres componentes de lo que hemos denominado “composite” cerámico, se inducen tensiones entre ellos. Lo más habitual es que sean tracciones de cizallamiento entre las interfases de los respectivos materiales, cuando eso ocurre, la rotura se produce por la parte más débil, que si es la pieza cerámica se fisurara.

Soluciones preventivas

Con objeto de conseguir disminuir el riesgo de la aparición de fisuras, se dan a continuación una serie de indicaciones de buena ejecución:

• Evitar la colocación de las piezas cerámicas por puntos . Se debe cubrir el 100% del reverso de las piezas con el adhesivo, evitando que queden zonas huecas. Se debe comprobar el sonido a hueco del revestimiento, una vez colocado.

• Dejar holgura entre la terminación de los alicatados verticales y los cercos de las puertas, para evitar que estos “agarren” el alicatado y le impidan moverse.

• Se debe esperar el tiempo suficiente (normalmente 28 días) después de realizar los enfoscados, para colocar el revestimiento cerámico. De esa forma el enfoscado ya habrá endurecido y retraído lo suficiente.

• Se debe evitar alicatar directamente encima de fisuras del enfoscado o de juntas entre paneles (por ejemplo de cartón-yeso). Antes de alicatar es necesario sellar esas juntas o fisuras con algún tipo de masilla elástica o cinta flexible.

• Se debe utilizar materiales adecuados para las capas de regularización de las soleras. No se deben utilizar productos con mucha retracción y que tiendan a fisurarse.

• Se debe conseguir una buena estabilidad estructural de los soportes. Los soportes verticales no deben sufrir asentamientos. Los soportes horizontales no deben sufrir flechas mayores de las autorizadas por la normativa. En caso de grandes luces se puede recurrir a capas esolidarizadas,
para disminuir el efecto de la flecha sobre el pavimento cerámico.

• Se debe respetar las juntas de la solera y realizar juntas en el revestimiento cerámico. Todas las juntas de la solera deben hacerse coincidir con juntas en el propio pavimento cerámico. A su vez, en este se deben crear juntas cada 5 x5 m2.

• Se debe utilizar los adhesivos y productos de rejuntado adecuados. La elasticidad del adhesivo es un factor importante para no inducir tensiones entre el soporte y la pieza cerámica.