Madera en Interiores

Como acabado interior, la madera posee un carácter y una calidez únicos. Los ambientes con paredes o suelos de madera proveen satisfacción a nuestra necesidad de intimidad y comodidad. El dibujo del grano en la superficie y la regularidad de los tablones repetidos crean una agradable sensación de tacto y ritmo.

La madera es uno de los materiales más versátiles, ya que por sus características físicas innatas se encuentra en el centro de la gama de materiales duros y blandos.

El término madera abarca una enorme gama de diferentes especies tanto nobles, o duras como blandas o de coníferas. Cada una de ellas posee características únicas.

Maderas duras y blandas

Las maderas duras, como la roble, la teca o la caoba figuran entre las más preciadas por su solidez, densidad y resistencia al paso del tiempo. Presentan una variedad mucho mayor que la maderas blandas; crecen en zonas templadas y tropicales, pueden provenir de árboles de hoja caduca o perennes y comprenden una gran variedad de especies que difieren ampliamente en color y textura. Suelen *ser más caras que las maderas blandas y más difíciles de obtener.

Las maderas blandas, menos duraderas pero de crecimiento más rápido se emplean como materiales básicos de construcción o destinadas a tratamientos posteriores como la pintura, el barniz o el teñido.

Cortes de la Madera

La madera no es un material uniforme, ya que procede de una fuente viva, y por ello resulta muy variable.

Desde la autenticidad de la madera maciza hasta los enchapados con efecto madera que en realidad contienen muy poca o ninguna madera existe una variedad extensa de calidades que obviamente difieren en calidad, durabilidad y aspecto.

La madera maciza puede ser cortada en paralelo, siguiendo la longitud del tronco, con lo cual se revela su carácter rústico, sus nudos (cada uno de ellos indica la inserción de una rama) y sus variaciones de color y dibujo.

También puede ser cortada en forma radial, con lo cual se obtiene una textura y color más uniformes, o bien cortada a testa, en sentido contrario a la veta, lo que confiere a la madera mayor dureza y resistencia.

Humedad de la Madera

Toda madera nueva tiene que secarse antes de ser trabajada, ya que al provenir de recursos vivos (los árboles) contiene un elevado porcentaje de agua. Al perder el agua la madera se contrae y se extiende, lo cual incide en sus dimensiones. Se recomienda que el porcentaje de humedad de la madera no exceda del 10%.

Madera recuperada

La madera recuperada o antigua tiene una pátina especial que la hace muy requerida para la realización de suelos o mobiliario.

Madera manufacturada

Esta madera permite ser utilizada como revestimiento, paneles, molduras, mobiliario, etc.

Se encuentra disponible en láminas y paneles de dimensiones más grandes que los de madera maciza, y no está tan expuesta como ésta a los cambios de humedad o temperatura. Asimismo resulta más barata.

Algunos ejemplos de madera manufacturada:

Aspectos medioambientales

La deforestación se ha convertido en un problema medioambiental relevante, ya que la demanda supera con creces la oferta. Se calcula que han desaparecido un 80% de los bosques antiguos del mundo.

Muchas especies de maderas duras de regiones tropicales están en peligro: la afromosia, la caoba, la teca, el iroko, el keruing y el sapeli. Gran parte de esta madera se destina para material de construcción barato y contrachapado para satisfacer las demandas de la industria.

Como consecuencia desaparecen innumerables especies y hábitats, aumenta la presión económica sobre las comunidades indígenas y deviene una crisis medioambiental global. Los consumidores pueden poner mucho de su parte asegurándose que la madera que compren sea de plantaciones ecológicas.

Aplicaciones

La madera se utiliza en un gran número de elementos de interior: vigas, viguetas para suelos, estructuras de paredes y escaleras, marcos de puertas y ventanas, molduras y armazones de muebles.

  • Suelos

La madera unifica los espacios, pero sin caer en falta de carácter o monotonía. Realza en ambientes modernos o rústicos, aporta comodidad y se encuentra en una amplia gama de colores, formatos y precios. A ésto debemos añadir el carácter acogedor que resulta de su origen natural, con su variedad de vetas y granos.

Puede colocarse en forma de lamas (tiras estrechas), tablas anchas, parqué (lamas cortas dispuestas de diferentes modos: espiga o cestería son los más habituales), en láminas grandes de contrachapado o en tarimas que pueden proyectarse hacia el exterior.

Los suelos de madera maciza se instalan mediante un atornillado oculto o como suelo flotante. En el primer caso los clavos se introducen en forma diagonal a través del lateral de las tablas o bloques hasta la base. Si se trata de suelo flotante es suficiente con encajar las tablas machihembradas y fijarlas únicamente alrededor del perímetro. Siempre es conveniente dejar un margen para dilatación de la madera, de aprox. 1,5 cm, que puede cubrirse con un rodapié.

  • Superficies de trabajo

Es un material ideal para superficies de trabajo de todo tipo. Las encimeras, por ejemplo, que suelen fabricarse en haya o roble. Es conveniente laquear o barnizar la madera para proporcionar una superficie que repela el agua y las manchas.

  • Paneles y Revestimientos

Los paneles de madera tradicionales eran antiguamente el acabado más habitual en las paredes. Protegían del frío y la humedad al mismo tiempo que daban sensación de calidez y comodidad. Consistían en piezas pequeñas y finas enmarcadas con montantes verticales y barras horizontales en roble u otras maderas duras. Con el tiempo el estilo de los paneles devino más sencillo. La opción más difundida es la tablas machihembradas, actualmente disponible en kits. El pino, en tablas o panelado otorga a los interiores un acabado práctico y sencillo que incrementa el aislamiento sonoro, lo cual es una gran ventaja en habitaciones dedicadas al ocio y al relax.

Las láminas de contrachapado pueden emplearse para distinguir un plano de pared de manera similar al que se consigue aplicando un color intenso, además de brindar profundidad, carácter, cambio de textura y ritmo. Puede ayudar a definir una zona de actividad dentro de un espacio polivalente. Los paneles correderos también permiten ocultar muebles o separar estancias.

  • Acabados

La madera dura de buena calidad no necesita más tratamiento que un simple sellado posterior. En el caso de las maderas blandas su aclarado u oscurecido amplía las opciones decorativas.

Los acabados encalados o velados aclaran los tonos de la madera natural y simulan las huellas del paso del tiempo. El blanqueador elegido, cera o algún otro tipo de pigmento blanco, se aplica al grano mediante frotado con el fin de lograr el efecto deseado.

La madera también puede teñirse con una amplia gama de tintes para madera, con base de agua o aguarrás, en innumerables tonos: desde los propios de la madera hasta los colores primarios. La ventaja del tinte respecto a la pintura es que las vetas quedan visibles. El teñido de una madera blanda normal en un color oscuro reproduce la riqueza de la madera dura y noble.

Cuidados y Mantenimiento

El principal enemigo de la madera es la humedad. En condiciones extremas puede producir podredumbre y diversos tipos de daños. La utilización de un sellador adecuado o la protección mediante aceite y cera resulta esencial para evitar que la humedad penetre en la superficie, actuando como barrera para los productos químicos y las manchas. Conviene repetir el encerado cada seis meses o una vez al año, dependiendo del desgaste del suelo.

El acabado tradicional para la madera dura es el barniz para barcos.

Muchos suelos de madera se venden previamente sellados y apenas requieren mantenimiento.

En ocasiones son piezas laminadas a alta presión que pueden mantenerse apenas con un fregado rutinario y resisten a un variado tipo de agresiones: tacones, muebles pesados y quemaduras de cigarrillo. No obstante, estos buenos resultados se logran a costa de la autenticidad, ya que son productos enteramente sintéticos.

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