El Papel de los Municipios. Energía en el Ámbito Local


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El paso de las energías renovables a las energías fósiles (petróleo, carbón y gas) en los inicios de la revolución industrial significó la fundación de grandes compañías que se encargaban de la extracción, el transporte y la comercialización, compañías que han ostentado hasta la fecha un poder en régimen de monopolio sobre este sector.

La producción centralizada de energía por las grandes compañías borró la cultura del autoabastecimiento energético en los municipios y extendió la de consumidores dependientes.

El abastecimiento desde fuentes fósiles hizo que la energía dejara de ser un problema local, para convertirse en un problema nacional o, como mucho, regional.

Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Rio, 1992)

Un paso importante en la redefinición del papel de los municipios respecto al desarrollo sostenible, y en particular respecto al abastecimiento energético, fue la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Río de Janeiro junio 1992).

En ella convergió todo un proceso histórico y de ella se derivaron importantes compromisos y retos para la humanidad. Ninguna otra conferencia ha logrado tal nivel de concurrencia, no solo de gobiernos, sino de representantes de la sociedad civil, de ONGs, de empresas, de gobiernos municipales, etc.

El Programa 21 y su Incidencia en Acciones para la Sostenibilidad

Uno de los acuerdos de mayor trascendencia es la aprobación del Programa 21, un instrumento imprescindible para la orientación de la política hacia la construcción de un mundo basado en criterios de sostenibilidad.

Su capítulo 28 está dedicado a analizar el papel y la responsabilidad de los gobiernos locales en esta tarea, se inicia diciendo que:

Las autoridades locales se ocupan de la creación, el funcionamiento y el mantenimiento de la infraestructura económica, social y ecológica, supervisan los procesos de planificación, establecen las políticas y reglamentaciones ecológicas locales y contribuyen a la ejecución de las políticas ambientales en los planos nacional y subnacional. En su carácter de autoridad más cercana al pueblo, desempeñan una función importantísima en la educación y movilización del público en pro del desarrollo sostenible.

Este acuerdo internacional dio lugar a un proceso intenso de reflexión y de redefinición del papel y los retos locales, dando lugar a la aparición de redes europeas e internacionales de municipios por la sostenibilidad.

Toda la actividad desarrollada en este sentido, aún siendo impresionante, es claramente insuficiente tanto en su dimensión como en los contenidos.

Si pretendemos evaluar la realidad en relación a los objetivos marcados en el año 1992, hemos de reconocer que no estamos consiguiendo reorientar el desarrollo hacia la sostenibilidad, aunque los esfuerzos que se realizan lo pretenden, el impacto sobre la realidad global sigue siendo escaso.

Las dos grandes vías de intervención que se proponen desde el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) en el ámbito de la energía, se concretan en reducir el consumo energético, aplicando medidas de mejora de la eficiencia energética en la producción y el consumo de la energía.

Para hacerse una idea de las posibilidades, basta con saber que solo el 29 % de la energía primaria consumida alcanza a ser útil al proporcionarnos algún servicio, el resto, el 71% la perdemos en los distintos procesos de conversión y transporte.

La otra gran propuesta de actuación son las energías renovables, que se caracterizan por no ser emisoras de CO2, y por que la energía suministrada lo es en régimen permanente.

Estas dos propuestas están cargadas de oportunidades para los municipios, pues las dos implican el paso de un modelo energético centralizado a otro descentralizado.

No se trata solo de un compromiso ante los problemas y los acuerdos globales, sino de una extraordinaria oportunidad para el desarrollo local sostenible.

Avanzar hacia el autoabastecimiento energético significa también transferir al ámbito local el empleo creado en este sector, teniendo en cuenta que las energías renovables crean cinco veces mas puestos de trabajo que la producción centralizada de energía.

La creación de agencias locales de la energía, la diagnosis energética, la planificación energética local y la gestión energética, son pasos muy importantes.

Las ordenanzas solares suponen un salto cualitativo, pasando del terreno testimonial o demostrativo a la aplicación de políticas intensivas. Sin embargo avanzar desde aquí hacia una proceso de transformación de la realidad municipal en el ámbito energético, requiere que dos aspectos más sean abordados, el primero se refiere a que sean concretados objetivos y compromisos locales ambiciosos, concretos y cuantificables, así como estrategias definidas a largo plazo.

Esa es una condición básica para avanzar en una planificación más ambiciosa, que abarque a los sectores industriales, al sector servicios, al sector doméstico, al transporte y por supuesto a todas las áreas de gestión municipal, en el aprovechamiento integral de todos los recursos y oportunidades energéticas locales.

El segundo aspecto a considerar es la participación y la complicidad de todos los actores sociales, empezando por la propia ciudadanía, los sectores profesionales, las asociaciones ciudadanas, los sectores productivos, los ámbitos educativos, la formación ocupacional, y de una forma especialmente importante los ámbitos universitarios. Hay que superar la fase demostrativa y de instalaciones ejemplares, para intervenir de forma integral en todos los ámbitos donde sea posible la minimización de consumos, y la incorporación de tecnologías renovables desde la óptica del autoabastecimiento.

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