Políticas del Sur. Desarrollo Energético Rural

De Construmatica


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Las políticas energéticas de los países del Sur durante las dos últimas décadas han estado orientadas principalmente a las reformas del sector eléctrico.

En esto se nota un proceso más avanzado en Latinoamérica que en Asia y África, pues se inició en Chile (como uno de los pioneros mundiales) en 1982, y durante los años 90 en la mayoría de los otros países. Dichas reformas fueron en gran parte promovidas y/o apoyadas por agencias como el Banco Mundial, el PNUD y otras. Los resultados de tales reformas han sido la llegada de considerables inversiones del extranjero, empresas eléctricas más dinámicas y eficientes, mayor cobertura eléctrica, menores pérdidas técnicas, etc.

Sin embargo, en el 100% de los casos también se percibe que las reformas eléctricas no han contribuido en nada al progreso de la electrificación rural. Los consorcios que compraron los activos de las que fueron empresas públicas, no han extendido los servicios más allá de aquellos sectores de alta concentración de demanda, donde los negocios resultan rentables, mientras el avance en la cobertura rural ha sido atendido básicamente por el Estado.

En algunos casos, mientras que se realizaron las reformas y las privatizaciones, se intentó incluir en los contratos de concesiones la obligación de que las empresas eléctricas privadas extendieran los servicios a sectores rurales, pero esta estrategia no ha tenido éxito en la práctica, porque, como era de esperar, las empresas privadas no están dispuestas a perder, o ni siquiera a correr riesgos.

Ante esta realidad, desde hace algunos años los gobiernos, así como las agencias multilaterales y bilaterales, están desarrollando y promoviendo estrategias específicas de electrificación rural, que tienen en cuenta la eliminación de barreras.

Aunque se esperan resultados prometedores de tales estrategias, la mayoría aún se pueden considerar en su fase de experimentación.

Como ejemplo se pueden destacar el caso chileno, donde la estrategia de electrificación rural, para las zonas remotas, está basada en sistemas aislados, cuya implementación se entrega a empresas concesionarias mediante propuestas de mínimo costo. Otras estrategias interesantes a mencionar y analizar son las concesiones en la provincia de Jujuy en Argentina, así como los proyectos del Banco Mundial en Filipinas10 y en Nicaragua11.

En el caso de la energía para cocinar alimentos, no hay mayores logros. Difícilmente se encuentran políticas específicas que enfoquen este tema, ya que en la mayoría de los casos, las políticas se orientan a la protección de bosques, o la introducción de cocinas mejoradas. Cabe mencionar, no obstante, que cada vez se percibe un mayor interés por la promoción del GLP (Gas licuado de petróleo) y del queroseno como combustibles apropiados, en algunos casos incluso con la introducción de subsidios.

Un ejemplo que hay que mencionar es el de Sudán, donde hay un compromiso (política) del gobierno para diseminar el uso del GLP (subsidiado), entre otras razones porque este país se ha convertido en un productor y exportador de GLP en África.

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