Lectura de las Formas de Crecimiento Urbano en los Países en Vías de Desarrollo. El Acceso a los Servicios Urbanos y la Urbanización en los Países del Sur

De Construmatica


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Procesos de Urbanización del Sur

Desde una perspectiva etnocéntrica, propia del Norte, a los procesos de urbanización del Sur se les ha denominado informales, cuando lo que existe es una falta de caracterización de unos procesos en los que existen diversos grados de parcelación (grado de definición de formalización de la propiedad), de edificación (distintos materiales de suelo, paredes y techo) y de urbanización (distintos niveles de introducción de servicios urbanos y de disposición de equipamientos). Pero ello no quita que los procesos existan y su formalización también. El esquema de las formas de crecimiento urbano, útil en los países más desarrollados, exige matices mucho más sutiles en los procesos de urbanización de los del Sur, precisamente porque los grados de formalización de la propiedad y de los niveles de servicios urbanos son mucho más complejos.

Así pues, los procesos de urbanización y de introducción de servicios urbanos en los países del Sur se deben adaptar a los mecanismos de implementación de las infraestructuras y a los procesos de progresiva apropiación de ellas por parte de la población.

En este sentido, la traslación mecánica de los modelos de ensanche, ciudad jardín o polígonos se presenta como inadecuado para los países con niveles de renta muy bajos.

Por ejemplo en Camerún se apostó en la década de 1980 por introducir los modelos de polígonos y de ensanche, traducido en las figuras de MAETUR y SIC respectivamente (PETTANG, 1999). Pero estos modelos de intervención resultaron muy poco eficaces porque el porcentaje afectado fue muy pequeño por la inversión realizada, tal como se constata por el hecho que en la actualidad un 89 % de la población se está asentando según esquemas de urbanización marginal o directamente de barraquismo (RUBIO, 2004).

Fue paradigmática, en este sentido, la construcción de barrios ex-novo a 20 Km. de la ciudad de Tegucigalpa tras el desastre del Mitch con todos los problemas asociados a la creación de un tejido urbano sin los servicios urbanos que ofrecía la ciudad (HERCE, 2003), y donde, finalmente, las nuevas viviendas sirvieron como almacén de materiales de unas familias que siguieron ocupando los asentamientos afectados por las inundaciones del Mitch situados en el centro urbano.

La experiencia de Brasil es otro ejemplo que muestra el error que significa construir polígonos alejados del centro.

Frente a este planteamiento han aparecido en las últimas décadas proyectos que en vez de construir nuevos tejidos se han optado por rehabilitar los tejidos de urbanización marginal como es el caso el Programa Favela Bairro de Río de Janeiro (ANDREATA, 2002 y ANDREATA, 2005).

En este sentido, la traslación de los modelos propios de los países desarrollados que se impusieron durante el siglo XX no se pueden proponer abstrayéndose del hecho que estos mismos países necesitaron de un proceso de implementación que duró casi dos siglos. Es necesario caracterizar los procesos de urbanización existentes y reconducirlos un esquema temporal y espacial adecuado de cara a una mejora progresiva de la calidad de vida de sus habitantes.

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