Introducción a las Características Materiales de los Residuos de Construcción

De Construmatica

PortadaMinimizacion.PNG - Itec.gif - LogoProgramaLife.PNG NOTA: Este artículo ha sido creado gracias al Instituto de Tecnología de la Construcción de Cataluña - ITeC mediante el Programa Life de la Comisión Europea (Proyecto Life 98/351), en el marco del Programa de Afiliados de la Construpedia. Pertenece a la publicación Manual de Minimización y Gestión de los Residuos en las Obras de Construcción y Demolición. Puedes descargar gratuitamente la publicación [PDF, 1,16MB]. ¡Atención! Este artículo está sujeto a Derechos de Autor. © ITeC, 2000.
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Objetivos

Durante la ejecución de una obra aparecen muchas oportunidades para reducir el impacto ambiental de los residuos que en ella se generan. De entrada, lograremos mejoras palpables con solo reconsiderar las decisiones referidas a cómo organizar y ejecutar la obra -decisiones que habitualmente se adoptan de forma un tanto rutinaria con el fin de reducir los residuos originados y utilizar la menor cantidad de material posible.

En principio se trata de analizar la situación e identificar dónde se puede evitar la producción de residuos mediante un mejor almacenamiento de los materiales que llegan a la obra, y la reutilización o el reciclaje de los medios y materiales sobrantes que se emplearán en su ejecución.

En consecuencia, para conseguir una gestión eficiente de los residuos originados en el proceso de construcción debemos alcanzar los siguientes objetivos:

  • REDUCIR los medios y materiales sobrantes para disminuir el volumen de residuos que se generan.
  • REUTILIZAR los medios para usarlos nuevamente, sin transformarlos.
  • RECICLAR los medios y materiales sobrantes transformándolos en materia prima de nuevos productos.

Por medios auxiliares entendemos aquellos productos y materiales que son necesarios para la ejecución de la obra y que no quedan incorporados en ella; por ejemplo, los andamios, los encofrados, etc. Los materiales sobrantes se originan en los embalajes que contienen los productos y materiales cuando llegan a la obra y en los restos de los materiales utilizados en la misma.

Compra y abastecimiento de materiales

La cantidad de materiales comprados se debe ajustar a las necesidades reales de ejecución de la obra. De este modo se originarán menos residuos.

En las obras llega a desperdiciarse hasta un 10% de los materiales, un volumen que se convierte, innecesariamente, en residuos porque la cantidad comprada ha sido excesiva. Por lo tanto hay que calcular correctamente la cantidad de materiales necesaria, pedirlos solamente cuando esté previsto una utilización más o menos inmediata y asegurarse de que mientras tanto se almacenan correctamente para que, accidentalmente, no resulten dañados o inservibles (conviene no olvidar que si se almacenan durante mucho tiempo, aumentan las posibilidades de que se estropeen o pierdan calidad).

Desperdiciar materiales por culpa de una mala logística de aprovisionamiento es un problema que origina residuos y es también un gasto innecesario. Como acabamos de decir, se debe elegir el momento correcto para formular el pedido, ya que de este modo mejoran el flujo de los materiales en la obra y el uso del espacio destinado a almacenamiento, y además disminuye el riesgo –por escasez de oportunidades- de robo de los mismos.

Empleo de materiales reutilizados y reciclados

La industria de la construcción es una gran consumidora de materiales. En este sentido, cualquier decisión que se tome sobre los productos que se dispondrán en la obra tiene un alcance ambiental muy importante. Estas decisiones no solamente afectarán al propio sector de la construcción; actuarán también como motor de desarrollo de otros mercados de productos.

La construcción es un motor potente de la economía, con una tradición muy conservadora. Si evoluciona hacia un consumo cada vez mayor de materiales recuperados, actuará como ejemplo para otros sectores productivos. En definitiva, la construcción puede convertirse en un modelo, como una actividad productiva sensible a las exigencias de sostenibilidad ambiental de las que tanto se habla.

Por estas razones, se trata de fomentar cada día un poco más la utilización de materiales recuperados. Para incentivar la reutilización y el reciclaje debemos seguir estas dos recomendaciones:

  • Todos los residuos que se producen en la obra se deben separar de manera que se facilite su valorización mediante la reutilización o el reciclaje.
  • Utilizar de forma preferente productos en los que la materia prima contenga residuos de construcción en lugar de materiales nuevos.

Aunque la opción más fácil es deshacerse de los residuos originados depositándolos en un vertedero, hoy ya no es una alternativa sostenible, y pronto ni siquiera presentará ventajas económicas. Así que nos debemos preocupar y preparar para un futuro próximo y estudiar con más interés cómo podemos reutilizar y reciclar los residuos.

Para desarrollar de forma práctica los principios para mejorar la valorización actual resulta clave disponer de un buen directorio de recuperadores, reutilizadores y recicladores.

En algunos casos estos agentes nos servirán para recuperar los residuos que se originarán y, en otros, serán quienes nos suministrarán los materiales reciclados que necesitemos.

Conviene asimismo que esa lista de contactos –y sus eventuales ampliaciones- sea difundida tanto como sea posible, facilitándola a los diferentes gremios o asociaciones empresariales. Ellos, a su vez, difundirán esta información, de modo que cada contratista podrá tenerla actualizada.

Almacenamiento de materiales: reducción de residuos

La mejora de la gestión de los residuos de construcción está íntimamente ligada a un ordenado y racional proceso de ejecución de la obra.

La gestión mejora si la realizamos siguiendo aquello que llamamos comúnmente "buenas prácticas de la obra". En efecto, con un correcto y eficaz almacenamiento de los materiales, además de ahorrar tiempo y dinero, se desperdician menos materias primas. Porque por culpa de una mala práctica de la obra se llegan a malograr piezas –hasta un 10% del material, como hemos apuntado-, que pierden su buen aspecto y forma, de manera que acaban siendo residuos.

El correcto almacenamiento de los materiales consigue controlar el stock y facilita su manejo, y si el depósito es seguro, puede también reducir el vandalismo y los robos. Así pues, habrá que decidir el emplazamiento de ese lugar seguro que servirá para el almacenamiento de los materiales, y que en cualquier caso deberá tener un acceso fácil, un uso exclusivo para esos fines y ser conocido por todos cuantos participan en la obra.

Los materiales deben estar alejados de otras áreas reservadas para los residuos y fuera del alcance del tráfico intenso de la obra, ya que de no ser así podrían resultar dañados. También deben quedar protegidos de la lluvia y de la humedad, que puede estropearlos irremediablemente, como ocurre con los aglomerantes hidráulicos, cementos, etc.

Los embalajes con los que se transporta el material deben ser suficientemente estables y resistentes. Si no es así, pueden romperse o volcarse; por ejemplo, los pallettes deben ser cargados de forma conveniente para que no vuelquen o caiga material. No deben ser frágiles o estar en mal estado, porque, al utilizarlos para el movimiento de materiales dentro de la obra, originarán residuos, e incluso constituirían un peligro potencial para la seguridad de los trabajadores. A continuación proponemos una tabla sobre la manera más conveniente de almacenar las materias primas que llegan a la obra, cuya aplicación contribuirá a reducir la cantidad de residuos que se originan o el desperdicio de materiales.

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