Introducción. Programa de Conocimiento de Realidad de Ingeniería Sin Fronteras

De Construmatica


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Ingeniería Sin Fronteras (ISF) ha impulsado activamente, desde mediados de los años noventa, actividades y proyectos de Educación para el Desarrollo (ED) en diferentes escuelas de ingeniería y universidades del Estado español.

Desde el cambio de siglo, las iniciativas se han constituido, además, en programa de intervención y se ha tomado como punto de referencia común la promoción de la Tecnología para el Desarrollo Humano (TDH).

ISF encuentra en la ED uno de sus pilares estratégicos de actuación.

Definición de Educación para el Desarrollo

Se entiende la Educación para el Desarrollo como:

El proceso educativo transformador, comprometido con la defensa y promoción de los derechos humanos de todas las personas, que busca vías de acción en los ámbitos individual, local y global para alcanzar un desarrollo humano. Pretende fomentar la autonomía de la persona a través de un proceso de enseñanza-aprendizaje basado en el diálogo, que forme en conocimientos, habilidades y valores, y que promueva un sentido de pertenencia a una comunidad mundial de iguales.

El ciudadano del siglo XXI, y en particular los ingenieros e ingenieras, deberán hacer frente, cada vez más, a decisiones que influirán en personas cercanas y lejanas.

La Formación de Valores Humanos en Escuelas de Ingeniería

En este contexto, es preciso que la formación que reciba un estudiante de ingeniería tenga una clara vocación, no sólo integral, sino también global.

Ambrojo y Fabregat (2005) han presentado un estudio sobre la formación en valores de los estudiantes de ingeniería, el primero de este tipo.

Mediante encuestas realizadas a 2.311 estudiantes noveles, se pone de manifiesto que un 69% está de acuerdo en considerar que la formación en valores humanos para la ingeniería tiene que ser un objetivo en las escuelas de ingeniería. Del estudio se desprende también que el respeto a las personas, la solidaridad, la responsabilidad y la cooperación son, entre otros, valores que hace falta fomentar en la ingeniería.

Estos planteamientos son similares a los tenidos como referencia en ISF, que se centran en la ética cívica (libertad, igualdad, solidaridad, respeto activo y actitud de diálogo, junto con la unión de todos ellos que constituye, a su vez, el valor de la justicia, Cortina (1994)).

Entre las diversas acciones de promoción de la TDH (Tecnología para el Desarrollo) desde la ED, destacamos el programa llamado Proyectos de Conocimiento de Realidad (PCR).

Se plantean éstos como una herramienta de ED que tiene por objetivo el desarrollo de capacidades, tanto técnicas como sociales, para participar activamente en el reto de construir una sociedad internacional justa. Su público objetivo son estudiantes de ingeniería y titulaciones técnicas. Los PCR se vinculan a programas de cooperación al desarrollo a largo plazo en los que participe activamente ISF. No se plantean como experiencias aisladas, sino dentro de un programa educativo más amplio, destinado a potenciar el aprendizaje de acuerdo con los principios de la ciudadanía cosmopolita (Boni, 2005).

Tenen su origen en las actividades impulsadas por ISF-Cataluña con la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) desde mediados de los años 90, apareciendo formalmente en el año 1999 como parte de la planificación estratégica de ISF en relación al trabajo a impulsar en la universidad. Desde entonces, la iniciativa se ha extendido a otras universidades y asociaciones de ISF de la federación española, con distintos grados de intensidad. Remarcablemente, iniciativas similares han sido impulsadas los últimos años por ONGD de la red internacional de ISF/EWB, Ingeniería sin Fronteras/Engineers without Borders.

Etapas de Programa

El programa consta de las siguientes etapas:

1. Elaboración de una bolsa de plazas y perfiles de PCR ligados a los programas de cooperación que ISF tiene con sus contrapartes en países en desarrollo (diciembre-enero). Se difunde mediante una convocatoria pública (febrero-marzo).

2. Selección de los participantes, teniendo en cuenta, entre otros criterios, la formación previa en cooperación o solidaridad, trayectoria asociativa, perfil técnico, etc. (abril).

3. Formación básica en cooperación al desarrollo y voluntariado internacional, con el objetivo de que, por una parte, los estudiantes reconozcan las dinámicas y actores propios de los programas de cooperación en países en desarrollo y, por otra, garantizar una formación técnica especializada que asegure la calidad de las actividades (mayo).

4. Estadía en grupo (idealmente de 3 a 4 personas) de un mínimo de 2 meses en un proyecto o actividad enmarcado en un programa de desarrollo (entre junio y septiembre).

5. Evaluación de la experiencia (noviembre) y actividades de sensibilización y acompañamiento a la próxima promoción de participantes de PCR (de diciembre al final del siguiente año académico).

Respecto la metodología docente, los PCR priorizan los procesos inductivos sobre los deductivos y el hacer sobre el memorizar. Tienen por objetivo estimular el sentido crítico del participante, despertar la conciencia sobre las desigualdades a nivel mundial y fomentar el descubrimiento de valores por uno mismo mediante estrategias autónomas de enseñanza-aprendizaje. Se trata de dar respuesta a la necesidad de modificar el paradigma centrado en la tecnología hacia el paradigma del desarrollo que está centrado en la gente (García et al., 1997).

A continuación se expone el origen y descripción de los PCR de ISF-Cataluña en El Salvador, Camerún y Argentina.

Posteriormente, se describen algunos aspectos de interés del programa (datos cuantitativos y articulación del programa en seno de la entidad), y finalmente se presentan dos reflexiones sobre las perspectivas futuras del mismo.

La primera sobre el potencial de expansión en el sector de la energía (incorporado en el programa en el año 2004) y la segunda sobre las posibilidades de articular el trabajo de forma coordinada en la red internacional de ISF/EWB.

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