Introducción. Energía Solar Fotovoltaica para la Electrificación del Medio Rural

De Construmatica


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La energía solar fotovoltaica es uno de los recursos energéticos más apropiados para llevar la electricidad al medio rural, a causa de las propiedades de modularidad y autonomía, por precisar bajo mantenimiento y ser no contaminante. Prueba de ello es que se está utilizando en multitud de países para mejorar las condiciones de vida, impulsada por muy diversos actores: gobierno, organizaciones no gubernamentales, entidades privadas.

Los Mecanismos Financieros de Implementación son también muy variados:

  • Donación,
  • Subsidio para la compra,
  • Empresas concesionarias de energía,
  • Créditos,
  • Venta al contado, etc.

En Kenia, mediante venta directa y sin ninguna subvención, se han alcanzado las 150.000 instalaciones fotovoltaicas.

Es difícil determinar el número de instalaciones domésticas distribuidas por los países en vías de desarrollo, precisamente por el carácter descentralizado y modular de la electricidad solar y por la variedad de actores implicados; con todo se estima en más de un millón.

En la tabla siguiente se muestra una estimación de instalaciones fotovoltaicas domiciliarias de algunos de los países con programas más ambiciosos.

Tabla 1. Relación de sistemas instalados hasta el año 2000 en algunos países

Fuente: (Nieuwenhout, 2000).

País Nº SFV País Nº SFV
Argentina 2.000 Méjico 90.000
Brasil 4.500 Nepal 2.500
China 285.000 Rep. Dominicana 10.000
Colombia 12.000 Sri Lanka 5.000
Honduras 3.000 Suazilandia 1.200
India 118.000 Suráfrica 60.000
Indonesia 80.000 Túnez 3.000
Kenia 150.000 Zimbabue 80.000
Marruecos 50.000 . . . . . . . . . .

Estas instalaciones proporcionan un nivel bajo de electrificación, desde la perspectiva del Primer Mundo.

La producción promedio con un módulo de 50 Wp es de unos 200 Wh/día en zonas tropicales, mientras que el consumo promedio español es de unos 7.000 Wh/día por vivienda, unas 35 veces superior.

Sin embargo, las repercusiones socioeconómicas, sólo por el hecho de tener iluminación de mucha más calidad que la que proporcionan las lámparas de queroseno, de aceite o las velas, son muy importantes.

La jornada de actividad se amplía de forma notable, lo que permite estudiar a los niños y continuar las actividades manuales en la casa durante unas horas.

También el acceso a la televisión (lo habitual es que la radio se alimente con pilas secas) tiene consecuencias destacadas –quizá no todas deseables–: permite mantenerse informado de un mundo muy lejano, en todos los sentidos, pero con el que necesariamente hay que relacionarse.

Asimismo son muy frecuentes las instalaciones solares en centros de salud y escuelas.

En el primer caso, los beneficios principales son la posibilidad de almacenar vacunas, utilizar instrumental eléctrico y mejorar los servicios de urgencia nocturnos.

Pocas son las aplicaciones productivas en las que se emplea electricidad solar; la única que se puede considerar de uso generalizado es el bombeo de agua para consumo doméstico, la irrigación y la extracción agua para el ganado.

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