Lanas Minerales. Térmica

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La conservación del medio ambiente, los precios del petróleo y la alta dependencia energética son los factores determinantes que impulsan la adopción de medidas nacionales e internacionales para promover un uso más eficiente de la energía que consumimos, tanto para conseguir reducir las emisiones de gases de efecto invernadero como para reducir la factura energética: El Protocolo de Kioto, la Directiva Europea de Eficiencia Energética en Edificios o el uso más intensivo de las energías renovables son ejemplos de estas medidas.

Todos los sectores, incluido el de la edificación, deben contribuir a lograr un uso más eficiente de la energía. El aislamiento es, sin duda, la forma más rentable de garantizar un uso racional y eficiente de la energía sin perder niveles de confort.

Las Lanas Minerales Aislantes son reconocidas internacionalmente como el aislante térmico más utilizado.

La energía que consumimos

España importa el 75% de la energía primaria que utiliza frente al 50% de media en la UE, cifra considerada ya elevada por las instituciones comunitarias. Además, esa dependencia va en aumento, con las implicaciones no sólo económicas y comerciales que ello supone, sino también con unos efectos medioambientales significativos al tratarse mayormente de productos fósiles con un elevado nivel de emisiones de efecto invernadero. Fuente: Estrategia española de Eficiencia Energética.

El precio de la energía

Desde 2004 el precio del barril de petróleo ha duplicado su precio. La alta dependencia energética unida al alto coste del crudo tiene importantes repercusiones en la economía doméstica que ve encarecida la factura energética. La eficiencia energética es una prioridad ambiental y económica.

Kioto y la legislación comunitaria para la eficiencia energética

El Protocolo de Kioto permite a España en 2012 superar en un 15% el nivel de gases de efecto invernadero respecto a las emisiones de 1990. El conjunto de la UE deberá reducirlos en un 8%. Sin embargo, las últimas mediciones correspondientes a 2003 muestran que en España supera esos porcentajes de emisión en cinco de los seis gases de efecto invernadero. En concreto el CO2 creció respecto a 1990 un 45,32%.

El incumplimiento de Kioto obligará a pagar las sanciones correspondientes o a comprar derechos de emisión.

Por otra parte, en enero de 2006, España debía de haber traspuesto la Directiva sobre Eficiencia Energética en Edificios, norma europea que fija las pautas para los estados miembros de la UE sobre uso racional de la energía en el sector de la edificación.

La NBE-CT 79 y el Código Técnico en su apartado térmico

En cuanto a las condiciones térmicas de los edificios, España tiene todavía un amplio camino por recorrer, porque hasta fechas recientes eran reguladas por la NBE-CT del año 1979, una norma obsoleta que llevaba 25 años inalterada. Entre otros muchos sectores, habían recomendado su modificación el Consejo Superior de Arquitectos a través de su publicación Manual de Aislamiento de los Edificios.

Por su parte el Código Técnico de la Edificación (CTE), aprobado el 17 de marzo de 2006, en su apartado térmico sustituye a la citada NBE-CT 79, con el ánimo de favorecer que la edificación forme parte de la estrategia de eficiencia energética. Hasta su aprobación acumulaba un retraso de más de cuatro años sobre las previsiones que establece la Ley 38/1999 de Ordenación de la Edificación. Países como Francia revisan su norma térmica cada cinco años.

Previamente, la Generalitat de Catalunya, con fecha 14 de febrero publicó en el Diario Oficial el Decreto de Ecoeficiencia (versión completa en PDF) que entre otras cosas regula las condiciones térmicas de los edificios en esta Comunidad Autónoma, con un criterio más exigente que el del propio CTE.

En 2004, un amplio grupo de organizaciones sindicales, ecologistas, de consumidores y empresariales presentaron públicamente, y trasladaron a los responsables de la administración autonómica y central, una propuesta de aislamiento más exigente que la contempla el proyecto de CTE. En síntesis, respecto al CTE, dicha propuesta establece un mayor grado de aislamiento en fachadas siguiendo las recomendaciones para zonas cálidas de los expertos europeos, con un coste medio aproximado para una vivienda tipo de 300 euros. La amortización media de esta propuesta es de 4 años, produciendo un ahorro medio por vivienda en energía consumida del 30% respecto al CTE.

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