Formación en Prevención de Riesgos Laborales. Mandos Intermedios: Organización de la Actividad Preventiva en la Empresa

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Organización de la actividad preventiva en la empresa

Para alcanzar los objetivos pretendidos mediante la utilización eficiente de los recursos disponibles, las empresas necesitan implantar un sistema de gestión capaz de planificar, organizar y controlar la ejecución de sus actividades.

Asimismo, se precisan trabajadores cualificados e identificados con los objetivos de la empresa.

En este sentido, la prevención de riesgos laborales, por lo que comporta de atención a las condiciones de trabajo de las personas (principal valor de la empresa) constituye, con una adecuada gestión, un medio preciso para alcanzar niveles óptimos de calidad de productos, servicios y procesos, lograr la confianza de los trabajadores, reforzar el liderazgo de los directivos y demostrar ante la sociedad el nivel de responsabilidad asumido en materia laboral, contribuyendo así a que la empresa sea eficiente y competitiva.

La adecuada gestión de la prevención de riesgos laborales contribuye, de manera determinante, a que la empresa sea más eficiente y competitiva como consecuencia de la mejora de las condiciones de trabajo de las personas.

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales, como su propio nombre indica, tiene un carácter eminentemente preventivo. Es decir, su formulación está dirigida a prevenir los riesgos. Con tal fin, la actuación preventiva del empresario debe realizarse bajo la aplicación de los principios preventivos establecidos por la propia Ley (artículo 15), que son, fundamentalmente:

- Evitar los riesgos.

Ejemplo: Los riesgos derivados de la manipulación manual de cargas por parte de los trabajadores (por ejemplo, sobreesfuerzos, caída de objetos, etc.) podrían evitarse realizando dicha manipulación con medios mecánicos adecuados (transpaletas, carretillas elevadoras, etc.).

- Evaluar los riesgos que no se puedan evitar con objeto de determinar la magnitud de los mismos y la necesidad de adoptar medidas preventivas para su eliminación, reducción y control, así como el tipo de medidas que deben adoptarse.
- Combatir los riesgos en su origen.

Ejemplo: Si no fuera posible eliminar suficientemente el ruido, entre otras actuaciones, mediante cambios de carácter técnico, tales como la adquisición de equipos de trabajo menos ruidosos o el rediseño de los procesos de trabajo de manera que se eviten las operaciones ruidosas, se tratará de controlar el ruido en su origen aislando la fuente de emisión de éste o la zona en la que se encuentre ubicada (con el fin de reducir el ruido aéreo) por medio de pantallas, cerramientos o recubrimientos con material acústicamente absorbente.

- Adaptar el trabajo a la persona.
- Tener en cuenta la evolución de la técnica.

Ejemplo: La adquisición de máquinas y otros equipos de trabajo que incorporen las tecnologías y los sistemas de seguridad más novedosos.

- Sustituir lo peligroso por lo que entraña poco o ningún peligro.

Ejemplo: Sustitución de un producto químico (por ejemplo, pintura) en cuya composición se identifica un agente catalogado como cancerígeno por otro que no contenga dicho agente.

- Planificar la prevención determinando los plazos, así como los recursos humanos, materiales y económicos necesarios para llevar a cabo las actividades preventivas.
- Adoptar medidas que antepongan la protección colectiva a la individual.

Ejemplo: Siempre que sea viable, se ha de anteponer la instalación de un sistema de protección colectiva (por ejemplo, sistemas provisionales de protección de borde, como las barandillas) a la utilización de un equipo de protección individual contra las caídas de altura (arnés anticaídas, cinturón de retención, etc.).

- Dar las debidas instrucciones a los trabajadores acerca de las normas de actuación frente a los riesgos presentes en sus puestos de trabajo, la correcta utilización de los equipos, etc.
- Tener en cuenta las capacidades profesionales de los trabajadores en materia de seguridad y de salud en el momento de encomendarles las tareas.

Ejemplo: Aquellos equipos de trabajo cuya utilización deba realizarse en condiciones o formas determinadas (maquinaria empleada para el movimiento de tierras, mesa de corte de madera, etc.) los manipulará, exclusivamente, personal con conocimientos especializados (cualificados) y autorizado por el empresario.

- Prever las distracciones o imprudencias no temerarias que pudiera cometer el trabajador para garantizar la efectividad de las medidas preventivas.

Por otra parte, en relación con el enfoque integrador propugnado por la citada Ley de Prevención de Riesgos Laborales, la misma determina los distintos instrumentos para garantizar que la prevención se extiende, desde el inicio del proyecto empresarial, a la gestión general de la empresa involucrando a todos los niveles de su estructura (ejecutivos, jefes, técnicos, mandos intermedios, operarios, etc.) e incluyendo a la totalidad de los procesos productivos y de las actividades que lleva a cabo.

Política empresarial en materia de prevención de riesgos laborales

De conformidad con la legislación vigente en materia de prevención de riesgos laborales, el sistema de gestión preventiva de la empresa debe estar debidamente documentado. Así, al recoger en documentos toda la información acerca de la organización de las diferentes actividades preventivas, se podrá facilitar y controlar mejor su difusión y el conocimiento por parte de todo el personal y se promoverá con ello el desarrollo de una cultura preventiva.

En relación con la citada cultura preventiva, es evidente que, para conseguir que la gestión de la prevención de riesgos laborales se integre en la propia gestión de la empresa, se debe partir de una política empresarial de prevención de riesgos que recoja los criterios que tienen que inspirar su actividad preventiva.

Por ello, el primer paso que ha de darse en la implantación de un sistema de gestión de la prevención de riesgos laborales es definir la política empresarial en esta materia. Esta política, expresada por escrito, tiene que ser aprobada y firmada por la dirección de la organización y contar con el apoyo de los trabajadores y de sus representantes.

La política preventiva recoge las directrices y los objetivos asumidos por la dirección tendentes tanto a que la prevención de riesgos laborales sea considerada en todas las prácticas y toma de decisiones de la empresa como a que la legislación vigente sea cumplida.

Esta declaración formal de principios del empresario tiene que proclamar el establecimiento de una cultura de empresa encaminada a proteger la seguridad y la salud de los trabajadores sobre la base de los principios de la acción preventiva determinados en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y relacionados en el apartado anterior.

Además, la dirección de la empresa debe demostrar su compromiso con hechos. La asignación de recursos o su participación en reuniones promovidas en este ámbito de gestión son algunas de las maneras a través de las cuales el empresario puede implicarse y así contribuir al éxito de la política de prevención de riesgos lab

Plan de prevención de riesgos laborales

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales, en su artículo 16, dice que la prevención debe "integrarse en el sistema general de gestión de la empresa tanto en el conjunto de sus actividades como en todos los niveles jerárquicos de ésta, a través de la implantación y aplicación de un plan de prevención de riesgos laborales".

Dicha integración en el conjunto de las actividades de la empresa implica que tiene que proyectarse en los procesos técnicos, en la organización del trabajo y en las condiciones en las que éste se preste.

Tal integración en todos los niveles jerárquicos significa la atribución a todos ellos, y la asunción por éstos, de la obligación de incluir la prevención de riesgos en cualquier actividad que realicen u ordenen y en todas las decisiones que adopten.

La prevención de riesgos laborales deberá integrarse en el sistema general de gestión de la empresa tanto en el conjunto de sus actividades como en todos los niveles jerárquicos de ésta, a través de la implantación y aplicación de un Plan de prevención de riesgos laborales (artículo 16.1 de la LPRL).

El referido Plan, que debe ser aprobado por la dirección de la empresa y reflejado en un documento que se conservará a disposición de la autoridad laboral, tiene que contener la siguiente información:

- Identificación de la empresa y de su actividad productiva, número y características de los centros de trabajo y número de trabajadores de cada centro.
- Estructura organizativa de la empresa, identificando las funciones y responsabilidades que asume cada uno de sus niveles jerárquicos y los respectivos cauces de comunicación entre ellos en relación con la prevención de riesgos laborales.
- Organización de la producción en cuanto a la identificación de los distintos procesos técnicos y las prácticas y los procedimientos organizativos existentes en la empresa en relación con la prevención de riesgos laborales.
- Organización de la prevención en la empresa, indicando la modalidad preventiva elegida y los órganos de representación existentes.
- Política, objetivos y metas (ya comentado en el epígrafe anterior) que en materia preventiva pretende alcanzar la empresa, así como los recursos humanos, técnicos, materiales y económicos de los que va a disponer al efecto.

El Plan de prevención de riesgos laborales deberá incluir la estructura organizativa, las responsabilidades, las funciones, las prácticas, los procedimientos, los procesos y los recursos necesarios para realizar la acción de prevención de riesgos en la empresa en los términos establecidos en el Reglamento de los Servicios de Prevención.

Una vez implantado el sistema de gestión preventiva a través del Plan de prevención de riesgos laborales, su puesta en práctica sigue un ciclo constante consistente, básicamente, en: la evaluación de los riesgos, la planificación de la prevención para la reducción y el control de los riesgos, la ejecución y el seguimiento de lo planificado, la supervisión de los cambios, así como de los incidentes o daños, y las posibilidades de mejora.

Consecuentemente, la gestión de la prevención de riesgos laborales tanto en el seno de la organización empresarial como durante la ejecución de las obras de construcción puede ser llevada a cabo por fases de forma programada a través de la evaluación de riesgos laborales y la planificación de la actividad preventiva.

En primer lugar, es preciso identificar, analizar y valorar los riesgos laborales teniendo en cuenta la naturaleza de la actividad y las características de los puestos de trabajo existentes y de los trabajadores que deban desempeñarlos. A este fin se aplican las técnicas analíticas de identificación que ayudan a calificar el riesgo desde el punto de vista de su gravedad, valorando conjuntamente la probabilidad de que el trabajador sufra un daño y su gravedad.

Dichas técnicas de identificación son activas si actúan antes de que los riesgos se materialicen en daños para la salud de los trabajadores; cabe incluir, entre ellas, las inspecciones de seguridad.

Por otra parte, entre las técnicas analíticas reactivas (que actúan tras producirse los referidos daños) cabe señalar: la investigación y la notificación de accidentes y el análisis estadístico de la siniestralidad laboral.

Cuando la evaluación ponga de manifiesto situaciones de riesgo, deben realizarse aquellas actividades preventivas necesarias para:

- Eliminar o reducir el riesgo mediante medidas de prevención en el origen, organizativas, de protección colectiva, de protección individual y de formación e información a los trabajadores.
- Controlar periódicamente las condiciones, la organización y los métodos de trabajo y el estado de salud de los trabajadores.

Dichas actividades serán objeto de planificación, incluyendo para cada actividad preventiva el plazo en el que ha de llevarse a cabo, la designación de responsables y los recursos humanos y materiales necesarios para su ejecución.

Igualmente, debe asegurarse la efectiva ejecución de las actividades preventivas incluidas en la planificación, efectuando para ello un seguimiento continuo de la misma. Si, como consecuencia de los controles periódicos que se establezcan se aprecia que las actividades de prevención son inadecuadas a los fines de protección requeridos, éstas deberán ser modificadas.

La evaluación de los riesgos y la planificación de la actividad preventiva constituyen los instrumentos esenciales para la gestión y aplicación del Plan de prevención de riesgos laborales de la empresa.

Para la aplicación de las técnicas preventivas y, en general, para la consecución de los objetivos de la gestión de la prevención de riesgos laborales, tiene que constituirse una organización preventiva adecuada a la empresa. En el apartado 1.3 de esta misma Unidad Didáctica se señalan las distintas modalidades conforme a las cuales puede realizarse la organización de los recursos necesarios para el desarrollo de las actividades preventivas en función del tamaño de la empresa y de su actividad.

Figura 1. Instrumentos para la integración de la prevención en el sistema general de gestión empresarial

Por último, para que la gestión preventiva de la empresa se desarrolle de manera exitosa, es primordial que todas las personas se sientan parte imprescindible de la organización. Por ello, la consulta y participación de los trabajadores en todas las decisiones relativas a su seguridad y salud adquiere, en este sentido, una importancia significativa.

A este respecto, el empresario debe consultar a los trabajadores (a través de sus representantes, en caso de existir) sobre la implantación y aplicación del mencionado Plan de prevención de riesgos laborales de la empresa, la evaluación de los riesgos y la consiguiente planificación y organización preventiva.

Evaluación de riesgos

La evaluación de los riesgos constituye una de las actividades esenciales tanto del sistema de gestión preventiva de la empresa como de la acción preventiva que hay que desarrollar durante la ejecución de las obras de construcción, ya que mediante la evaluación de las actividades y los oficios que realizan las empresas intervinientes en la construcción de una obra se determinan las medidas preventivas correspondientes y que servirán de base para crear los procedimientos de trabajo que se aplicarán en la misma.

En su caso, los procedimientos que resulten del proceso de identificación, análisis y control de los riesgos serán trasladados al plan de seguridad y salud en el trabajo de la obra que debe elaborar el contratista de la misma. Este instrumento de gestión de la prevención de los riesgos laborales durante la ejecución de las obras de construcción será abordado en la Unidad Didáctica 4.

Así, para poder acometer acciones encaminadas a prevenir los riesgos laborales, es preciso identificar con anterioridad los peligros y conocer, asimismo, la magnitud de los riesgos que se derivan de aquéllos.

Atendiendo a los principios de la acción preventiva, una vez conocidos los riesgos existentes, el empresario debe, en primer lugar, adoptar las medidas necesarias para evitarlos. Aquellos que no se hayan podido evitar tienen que ser evaluados, de manera que se valoren, conjuntamente, tanto la probabilidad como las consecuencias de que dichos riesgos se materialicen al objeto de decidir las actividades preventivas que se han de adoptar para el control de los mismos.

Para poder eliminar, reducir o controlar los riesgos laborales se deben analizar y valorar aquellos que se originan en cada una de las actividades de la empresa con el fin de determinar si es o no es necesario actuar sobre los mismos y, en su caso, decidir cuáles son las actividades preventivas que se han de adoptar.

En los términos establecidos anteriormente, la evaluación debe incluir las medidas preventivas dirigidas tanto a la eliminación y reducción del riesgo (medidas en el origen, organizativas, de protección colectiva, de protección individual o de formación e información de los trabajadores) como al control periódico de las condiciones de trabajo,de la organización y de los métodos de trabajo, así como del estado de salud de los trabajadores.

La evaluación de los riesgos debe incluir las medidas preventivas dirigidas tanto a la eliminación y reducción de dichos riesgos como al control periódico de las condiciones de trabajo, de la organización y de los métodos de trabajo, así como del estado de salud de los trabajadores.

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