Resumen de las Recomendaciones de Uso del Adoquín Cerámico

De Construmatica

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Recomendaciones para la ejecución de pavimentos flexibles

La ejecución de firmes flexibles con adoquín cerámico, consiste en la colocación de las piezas sobre una cama de arena gruesa, precompactada sin aglomerantes y el relleno posterior de las juntas con arena de menor diámetro y compactación del conjunto.

Se recomienda la solución de firme flexible por las siguientes razones:

1.- La utilización de arena supone una disminución de los costos.

2.- No es necesario realizar juntas de dilatación en este tipo de adoquinado.

3.- Permite con total garantía, la pavimentación de viales que soporten tráfico de vehículos pesados.

4.- Facilita cualquier tipo de reforma que quiera hacerse al pavimento con posterioridad.

5.- La puesta en servicio de estos pavimentos es inmediata.

Se pueden ejecutar pavimentos de adoquín sobre cualquier estructura resistente.

Realizar un soporte adecuado en función de las solicitaciones que va a soportar. De la buena ejecución de la base y en su caso de la subbase, así como de un acertado examen del suelo natural sobre el que se va a actuar, dependerá en buena medida la duración del adoquinado.

Una vez rasanteada y precompactada la capa de arena, de 3 a 5 cm de espesor, se procederá a colocar sobre ella los adoquines cerámicos.

Para firmes destinados a soportar tráfico de vehículos pesados se desaconsejan aquellos aparejos que presenten juntas continuas en el adoquinado.

Se obtienen mejores resultados tomando adoquines de varios paquetes a la vez, lo que minimiza la influencia de pequeñas diferencias de calibre o tono de las piezas.

Realizar un perfecto replanteo del pavimento, evita el corte innecesario de piezas.

No es aconsejable colocar piezas de tamaño menor de 1/4 del adoquín, pudiéndose solucionar los encuentros de borde con la inclusión de medias piezas o piezas a 3/4.

La junta ideal entre adoquines cerámicos estará comprendida entre 3 y 5 mm. No se colocarán en ningún caso piezas a tope.

La colocación del adoquín cerámico se realizará evitando pisar la capa de arena.

No se colocarán adoquines sobre camadas de arena encharcadas o excesivamente húmedas.

Colocar los adoquines simplemente dejándolos caer sobre la cama de arena, alineándolos de forma aproximada, una vez se haya avanzado un tramo de dos a tres metros.

Se corrigen las desviaciones del tramo completo colocando un tablón contra los cantos del borde libre y golpeando con una maceta hasta llevar las piezas a la alineación requerida.

Una vez colocada una superficie suficiente de adoquines, se procederá al relleno de juntas, utilizando arena de granulometría comprendida entre 0 y 2 mm.

Antes de proceder al compactado estarán totalmente rematados los encuentros de los adoquines con los elementos de sujeción y no se compactarán a menos de un metro de distancia de bordes sin contención del pavimento.

Para compactar paños reducidos pueden usarse bandejas vibrantes provistas de suelas de neopreno u otro material que amortigüe los impactos sobre esquinas salientes, que podrían desportillar los bordes de los adoquines. Para superficies mayores se aumenta el rendimiento empleando compactadores de rodillos vibrantes; en estos casos se extendería sobre el pavimento una lámina de fieltro o cualquier otro material que disminuya los impactos directos.

Se requieren dos o tres pasadas para conseguir la compactación adecuada; tras cada una de ellas se comprobará el estado de las juntas, añadiéndose arena a medida que ésta se va introduciendo en las llagas.


Recomendaciones para la ejecución de pavimentos rígidos

Los adoquinados cerámicos colocados como pavimento rígido son aconsejables en los siguientes casos:

- Pavimentos con pendiente superior al 9%.

- Zonas donde se prevean proyecciones continuadas de agua.

- Cuando el prescriptor busque el efecto de llaga ancha, o lo requieran otros condicionantes del proyecto.

Realizar una subbase adecuada en función de las solicitaciones que va a soportar.

Como base del pavimento se utilizará una solera de hormigón en masa, cuya sección dependerá de las cargas previstas, pudiendo añadirse una armadura de reparto cuando se estime necesario.

Se recomiendan anchos de junta de mortero de al menos 6 mm, aunque si las juntas son rellenadas con arena se puede reducir la separación incluso a 5 mm nominales.

Se dejarán previstas juntas de dilatación adecuadas procurándose hacer coincidir las juntas del pavimento con las de la base. También es necesario colocar juntas en los encuentros con elementos rígidos, como arquetas de registro, farolas, pilares y cualquier elemento anclado a la base.

Sobre la solera de hormigón se extenderá una capa de mortero de unos 3 cm. Se aconseja utilizar un mortero M-15 (con dosificaciones 1:3, o bien 1:1/4:3 si se quiere adicionar cal). El mortero se colocará con consistencia dura.

Se recomienda mezclar adoquines de varios paquetes a la vez, tomándolos en tandas verticales, para igualar las ligeras diferencias de calibre o tono que pudieran aparecer.

Es fundamental un buen replanteo, teniendo en cuenta las dimensiones de adoquines y llagas, para evitar cortes de piezas y para marcar ejes y referencias de nivel que servirán de guía al colocador.

Para el asiento de los adoquines cerámicos sobre la capa de mortero se emplearan mazos de goma y reglas metálicas o de madera con las que se irán igualando las piezas de cada paño. Una vez colocados los adoquines, se procede al relleno de las juntas con un mortero de igual dosificación que el de asiento pero con consistencia fluida.

Limpiar en lo posible las manchas mientras se ejecuta el relleno sin extender el mortero por la pieza. No obstante, quedarán restos de mortero, por lo que se limpiará del pavimento una vez endurecido el mortero de las llagas, procediendo de la siguiente forma:

1.- Regar con agua limpia la superficie a tratar.

2.- Limpiar el pavimento con una mezcla de una parte de agua fuerte (ácido clorhídrico) y diez partes de agua, proyectándola a presión o bien frotando con cepillos de raíces.

3.- A continuación, se volverá a regar abundantemente con agua limpia.

Completada la limpieza y una vez alcanzadas las resistencias mínimas del mortero, el pavimento estará listo para ser utilizado.

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