El Ruido en el Trabajo. Reducción del Riesgo

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Reducción del riesgo

La reducción del riesgo procedente del exceso de ruido, no es sólo una obligación de las empresas, además es una acción que redunda en su propio beneficio económico. Cuanto mayores sean la seguridad y salubridad del entorno laboral, menores serán el absentismo laboral, los accidentes y el bajo rendimiento.

El enfoque general para la reducción de riesgos laborales, y en concreto para la reducción del ruido en el trabajo es el siguiente:

  • Evaluación de riesgos
  • En función de esta evaluación, adopción de medidas preventivas.
  • Seguimiento periódico y revisión de estas medidas.

En esta línea, en Febrero de 2003 se publicó la Directiva 2003/10/CE sobre las disposiciones mínimas de seguridad y de salud relativas a la exposición de los trabajadores a los riesgos derivados del ruido que sustituyó a la antigua Directiva 86/188/CEE. Esta directiva sustituyó al Real Decreto 1316/1989. Las principales diferencias entre esta nueva Directiva y el Real Decreto se muestran en la Tabla 6.

Rui8.jpg


Esta nueva directiva introduce nuevos límites de actuación en cuanto a los niveles de ruido además de considerar también la protección frente al ruido de grupos de riesgo especialmente sensibles. Todo ello con un único fin, la reducción del riesgo debido a la exposición de niveles de ruido elevado.

Evaluación de riesgos

Una adecuada evaluación de riesgos resulta fundamental para la optimización de los recursos destinados a la reducción de los riesgos en general y en particular de los derivados de la exposición a niveles de ruido excesivos.

Las características específicas de la evaluación de riesgos, dependerá del ámbito y de la magnitud del problema en el lugar de trabajo. No obstante, han de tenerse en cuenta todos los posibles riesgos derivados de la exposición al ruido. A continuación citamos algunos ejemplos:

Un lugar de trabajo donde existe un ruido intenso de carácter impulsivo (tareas de remachado) puede requerir de un análisis detallado del ruido.

Un lugar de trabajo en el que el tráfico rodado es abundante exigirá una atención especial hacia los accidentes que tiene como origen la no audición de las señales de alarma.

En los servicios de emergencias o similares, la buena comunicación entre los trabajadores en ambientes ruidosos resultará fundamental.

Al realizar la evaluación de riesgos se deben tener en cuenta tanto los posibles riesgos existentes en el entorno laboral, como las personas que pueden sufrir daños derivados de esos riesgos. En este análisis no deben olvidarse ni a los trabajadores eventuales o a tiempo parcial, ni a los trabajadores pertenecientes a grupos de riesgo o especialmente sensibles, como trabajadoras embarazadas y personal expuesto a sustancias ototóxicas.

Adopción de medidas preventivas

A la hora de adoptar medidas preventivas para la reducción de los riesgos derivados de la exposición al ruido, puede seguirse la siguiente secuencia de medidas a tomar:

  • Eliminación de las fuentes de ruido
  • Control del ruido en su origen
  • Medidas colectivas de control
  • Uso de equipos de protección individual

Eliminación de las fuentes de ruido

La eliminación de la fuente de ruido es la forma más eficaz de prevenir los riesgos que corren los trabajadores. Esta medida debe considerarse siempre a la hora de planificar los nuevos equipos o lugares de trabajo.

Control del ruido en su origen

De no poder eliminarse la fuente de ruido, el siguiente paso es el control del ruido del ruido en su origen (normalmente un elemento del equipo de trabajo).

La reducción del ruido en su origen ha de ser una prioridad en los programas de gestión del ruido. En esta fase se suele recurrir a soluciones de ingeniería y de mantenimiento de los equipos que pueden incluir:

  • Aislamiento de la fuente de ruido por medio de la localización, confinación o amortiguación de las vibraciones.
  • Reducción en la fuente o en la trayectoria, utilizando cercos y barreras o silenciadores en los tubos de escape, o bien reduciendo las velocidades de corte, de los ventiladores o de los impactos.
  • Sustitución o modificación de la maquinaria, por ejemplo, reemplazando los accionamientos de engranaje por accionamientos de correa, o utilizando herramientas eléctricas en lugar de neumáticas.
  • La aplicación de materiales más silenciosos, como forros de caucho en los cubos, transportes y vibraciones.
  • Mantenimiento preventivo, pues a medida que las piezas se desgastan, su nivel de ruido puede cambiar.

Medidas colectivas de control

Cuando no puede controlarse el ruido en su origen, hay que optar por adoptar otras medidas que pasan por el control del ruido a través de la organización del trabajo y la distribución del lugar de trabajo a fin de reducir el número de trabajadores expuestos, la duración de la exposición y las rutas que las componen. Entre estas medidas se incluyen:

  • Modificación del lugar de trabajo. El cambio del techo de una instalación, por ejemplo, por uno de un material absorbente de ruidos puede reducir la exposición de los trabajadores.
  • Organización del trabajo. Utilizando, por ejemplo, métodos de trabajo que requieran una menor exposición al ruido, restringiendo el tiempo de trabajo en los entornos ruidosos, y el acceso a las zonas de trabajo ruidosas.
  • El modo en que un equipo de trabajo se instala y su localización pueden suponer una gran diferencia en lo que respecta a la exposición de los trabajadores.


En todas estas medidas siempre hay que tener presente el que los trabajadores puedan desempeñar sus labores correctamente. De no ser así, estas medidas serían modificadas o suprimidas, siendo así totalmente inútiles.

Equipos de Protección Individual

Sólo si la aplicación de las medidas que hemos comentado hasta ahora no son suficientes para la reducción del ruido, se considerará el uso de Equipos de Protección Individual (EPI’s).

No obstante, para que la eficacia del EPI sea máxima, ha de hacerse una adecuada selección del mismo. A continuación mostramos algunas sugerencias en los aspectos a tener en consideración a la hora de seleccionar el EPI.

  • Deben seleccionarse protectores que lleven el marcado CE y el fabricante pueda proporcionar la Declaración de Conformidad.
  • Exigencias en materia atenuación acústica. La reducción proporcionada por el

protector deberá situar en nivel de ruido por debajo del nivel de acción correspondiente a cada país (Lact ) (Ver Tabla 7).

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En la selección de un protector auditivo adecuado se ha de tener en cuenta las características propias del ruido como:

  • nivel de presión acústica;
  • contenido en frecuencia;
  • características impulsivas;
  • importancia de las comunicaciones.


Cuando sean necesarios requisitos específicos han de usarse equipos con funciones suplementarias como los siguientes ejemplos (no exhaustivos):

  • Los procesos auditivos dependientes del nivel son recomendables para: ruido impulsivo y ruido intermitente. Es necesaria una buena inteligibilidad de la palabra.
  • Los protectores auditivos con sistema de comunicación se consideran para: formación y otras enseñanzas en áreas ruidosas, áreas ruidosas donde sean precisas instrucciones detalladas, etc.
  • Los protectores auditivos con reducción activa del ruido son apropiados para sonidos de alto nivel y baja frecuencia.


En la selección tampoco se olvidarán otros factores, que aunque no estén directamente relacionados con las características del protector auditivo, no son por ello menos importantes:

  • Comodidad del usuario: Conviene que el usuario participe en la selección del protector auditivo, para que evalúe el que resulte más cómodo dentro de los que ofrecen el suficiente nivel de protección.
  • Ambiente de trabajo y actividad: En ambientes de temperatura y humedad elevadas resulta más recomendable el uso de tapones. Si la exposición es intermitente es preferible el uso de orejeras o de tapones con banda pues su colocación y retirada es más rápida.
  • Problemas de salud: Se recomienda consulta médica para personas que hayan sufrido o sufran enfermedades del oído o la piel.
  • Compatibilidad con otros equipos de protección tales como cascos de protección gafas, etc.


Existen cuatro métodos para la estimación del nivel acústico ponderado A efectivo a la altura de los oídos: método de bandas de octava, método HML, método de comprobación HML y método SNR. El método preferente para realizar esta estimación es el método de bandas de octava.

Para ilustrar mejor la selección del protector auditivo, mostraremos aquí un ejemplo de estimación de la atenuación de un protector auditivo por el método de bandas de octava. En este ejemplo utilizaremos los siguientes datos:

Por un lado los datos del ruido continuo durante el día:

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Por otro lado, tenemos los datos del protector auditivo a evaluar

Rui11.jpg


Para calcular el nivel de presión acústica ponderado A (L’A) en el interior del protector auditivo se usará la ecuación:

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donde,

f . frecuencia central de la banda de octava en Hz;
Lf . nivel de presión acústica por banda de octava (Loct) del ruido en dB, para la banda de octava f;
Af . es la ponderación A en frecuencia, valor en dB, para cada banda de octava con frecuencia central f;
APVf . valor de la protección asumida del protector auditivo, en dB.


No debemos dejarnos intimidar por la ecuación que se muestra ya que como veremos, la sustitución de los valores es muy sencilla y con las actuales hojas de cálculo, la obtención del resultado no plantea ningún problema. Con estos datos calculados, podemos pasar al cálculo de LA’ como sigue:

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Rui14.jpg

Redondeando esta cifra al valor entero más próximo el nivel de presión acústica ponderado A en el interior del protector auditivo es de 81 dB(A).

Evaluación: Este valor está entre 0 y -5 dB respecto de Loct, la elección del protector auditivo se considera "aceptable" para el ruido considerado (Ver Tabla 7)

Control de la eficacia de las medidas aplicadas

Las empresas deben comprobar periódicamente que las medidas adoptadas para prevenir o controlar el ruido siguen funcionando con eficacia. Dependiendo de su exposición al ruido, los trabajadores tienen derecho a una vigilancia sanitaria adecuada. En tal caso, deberán mantenerse historiales médicos individuales y facilitarse información a los trabajadores. La experiencia adquirida a través de las medidas de vigilancia debería utilizarse para examinar los riesgos y medidas de control.

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