Tuberías de Hormigón: Criterios de Diseño para Mejorar el Comportamiento Frente a Factores Agresivos

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A continuación se comentan el conjunto de criterios y recomendaciones para mitigar los efectos de los factores agresivos sobre el hormigón.

En los casos en que la tubería se encuentra en un ambiente muy agresivo es posible el uso de protectores como alternativa al ataque de ácidos o cloruros. Puesto que no es normal que una tubería se encuentre en condiciones de exposición muy agresivas, es necesario la realización previa de un estudio económico, de un análisis de las condiciones de servicio de la conducción y de los factores agresivos encontrados para mitigar los efectos de éstos, incluso en el corto plazo o cuando se presentan de manera intermitente.

Asimismo es necesario un estudio acerca de la posibilidad de reducción de la agresividad del entorno, como por ejemplo controlar sanitariamente la cantidad de sulfuros que circulan por el sistema. También deben realizarse estudios de durabilidad del hormigón destinados a prevenir los efectos de ataques concretos, como por ejemplo ante un caso de ataque ácido aumentar la alcalinidad total para aumentar la resistencia del hormigón.

El uso de protectores específicos de sellado de la superficie de la tubería debería limitarse a aquellos casos que así lo requieran, una vez realizados los estudios de durabilidad teniendo en cuenta factores económicos.

Una primera división de este tipo de productos puede hacerse atendiendo al espesor de la capa aplicada sobre el tubo; así distinguiremos protectores de pequeño espesor, los cuales se aplican normalmente con brocha o con pistola, variando el grosor de protector aplicado entre 0,25 mm y 1,2 mm según las normas de uso americanas; su uso es diferente dependiendo del tipo de protector. Es fundamental lograr una buena y uniforme adherencia al hormigón si se quieren conseguir buenos resultados a largo plazo, por lo que es necesaria una cuidada preparación de la superficie de hormigón sobre la que se desea aplicar el protector.

El tipo de material utilizado va desde resinas epoxi hasta productos bituminosos, como asfaltos o alquitranes. Los materiales bituminosos son utilizados, en la mayoría de los casos, para recubrimientos exteriores, con la función de sellar la tubería contra ataques producidos por cloruros.

Los recubrimientos protectores de espesor grueso (superior al 1,2 mm según norma de uso americana ), son bastante más caros y proporcionan una protección más duradera. Existen dos materiales de uso común para este tipo de recubrimiento: mortero de resina epoxi y placas de cloruro de polivinilo. El mortero de resina epoxi se aplica mecánicamente una vez los tubos están fabricados o después del periodo de curado.

La protección de tuberías frente a fenómenos de abrasión producidos por la velocidad del fluido consiste en analizar el tipo y dureza de sólidos que van a circular por la red, para fabricar el hormigón con un tipo de árido de dureza superior al de los sólidos circulantes.


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