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En lo concerniente a la '''Gestión de los Recursos''', el criterio ordenador de fondo, lo que permite el mantenimiento de la capacidad de satisfacer las necesidades de las generaciones futuras, es el cierre del ciclo de los materiales, que facilita el retorno de los residuos a la calidad de los recursos, renovando así su disponibilidad en el tiempo.  
==Medición de los Indicadores==
Vistos los aspectos más importantes relacionados con la [[sostenibilidad]] en la edificación, la cuestión capital consiste, ahora, en '''la forma de medirlos'''.  


Esta renovación, producida con la ayuda de los sistemas naturales –en el caso de los materiales renovables- o con el reciclaje y la minimización -en el caso de los recursos no renovables–, ha de prestar especial atención a la cuestión energética por su trascendencia ambiental. De ahí la importancia de considerar como primera alternativa el uso de las [[energías Renovables|energías llamadas "renovables"]].
A pesar de que los objetivos pueden ser enunciados de forma muy genérica y medidos a través de parámetros muy precisos, los ''sistemas de indicadores'' requieren, por el hecho de actuar casi siempre sobre proyectos y no sobre edificios, evaluar más las estrategias que los resultados concretos de los mismos.  


En relación con la conservación de los sistemas naturales, las exigencias derivadas de [[informe Brundtland|Bruntland]] se resuelven, en los sistemas de valoración de la [[sostenibilidad]], por medio de cuatro focos de control y actuación:
Esta característica complica la manera de llegar a los objetivos, pero permite, a cambio, captar las estrategias de diseño que se consideren más válidas para lograr los objetivos genéricos y, mediante unos baremos de puntuación, valorar su importancia relativa. La aportación de estrategias es interesante porque proporciona pistas sobre los caminos de cambio que debemos promover, como mínimo en el momento actual, lo que es positivo para el sector.


#la consideración de las afectaciones de los ecosistemas causadas por la implantación del edificio,  
De todos modos, hemos de pensar que, una vez alcanzados determinados objetivos, no tenemos que relajarnos creyendo que la sostenibilidad ya se ha conseguido, sino todo lo contrario: habrá que plantearse nuevos hitos para seguir recorriendo un camino en el que debemos permanecer atentos, vigilantes, y con una cierta actitud inconformista.  
#la gestión del agua,  
#la emisión de gases a la atmósfera y
#los impactos asociados a la extracción y transformación de los materiales empleados en el edificio.  


Dado que los problemas globales de afectación a la atmósfera están en gran parte relacionados con el consumo de [[combustibles Fósiles|combustibles fósiles]], y puesto que los impactos ambientales vinculados a los procesos de extracción y conformación de los materiales a menudo quedan minimizados por las estrategias
Volvamos, sin embargo, al tema de la '''valoración por indicadores'''.  
aplicadas a la ''gestión sostenible de los recursos'', dos de estos cuatro polos desempeñan un papel protagonista:
la implantación del edificio, en la medida que, como inserción traumática en el medio, altera o puede alterar los sistemas naturales funcionales, y la gestión del agua.


Por otra parte, se han añadido a las demandas estrictas de [[sostenibilidad]] condiciones de contorno a menudo discutibles, como ''la calidad del aire interior'' – entendida como un conjunto de condiciones ambientales, pero de tipo
===Sistemas de Valoración===
higiénico-sanitario– o ciertos ''parámetros de confort'' que se deben respetar en un entorno de minimización del uso de recursos. Ambos casos suponen demandas normativas ambientales de salubridad y habitabilidad, que en
Si deseamos representarnos una imagen de lo que es una edificación sostenible en función de los sistemas de valoración mediante indicadores, será necesario realizar un ejercicio algo más complejo.
realidad no tienen nada que ver con el medio natural. También aparecen en algún caso demandas de gestión económica puramente crematísticas, de difícil justificación.
 
Dado que cada indicador establece una tendencia respecto a una característica de la edificación, y la diferencia entre los valores estándar y los valores mejor puntuados por el sistema marca la dirección de la tendencia, obtendremos la imagen de lo que es una [[:Categoría: Construcción Sostenible|edificación sostenible]] –en el marco del sistema en cuestión– si llevamos al límite cada uno de los indicadores en la dirección establecida por la tendencia marcada.
 
Los resultados muestran unos modelos de referencia de la edificación sostenible muy concretos.
 
Así, por ejemplo, en el caso del método de certificación ambiental LEED (Leadership in Energy & Environmental Design, US Green Building Council), que es un sistema de indicadores promovido por promotores, constructores y el todopoderoso Departamento de Energía de los EEUU, el ejercicio de llevar hasta el límite las tendencias de cada indicador dibuja un edificio con las características siguientes:
 
* El edificio está construido sobre un terreno marginal, sin valor ecológico, y muy probablemente sobre una edificación existente.
 
* No consume [[combustibles Fósiles|energía fósil]] y la eficiencia energética le permite autoabastecerse energéticamente con la captación de [[energía Solar|energía solar]].
 
* Es un edificio al que se llega con sistemas de transporte que no utilizan [[combustibles Fósiles|combustibles fósiles]].
 
* Capta el agua que usa, la recicla y la devuelve al ciclo natural depurada; en ningún caso interfiere el [[agua]] que circula fuera de sus límites.
 
* Los materiales son 100% reciclados o renovables, de origen local y no producen ningún tipo de emisiones en el proceso de transformación y puesta en obra. De hecho, lo más probable es que no sea un edificio de nueva
:construcción, sino la rehabilitación de uno ya existente, con el máximo aprovechamiento de sus subsistemas.
 
* Aporta una calidad ambiental interior óptima, permite unas demandas de confort adaptadas a los usuarios y la eficiencia está continuamente controlada.
 
Sobre este modelo podríamos superponer, solo con algunos matices, los [[:Categoría: Prácticas sostenibles en la ejecución de obras de construcción de Edificios|modelos de edificación sostenible]] deducibles de los otros sistemas analizados o de otros métodos de valoración ambiental de la edificación. Conviene
destacar, como ya se ha comentado, la ausencia de demandas éticas, pese a que en la [[informe Brundtland|propuesta Brundtland]] ostentan un papel central: nada impide, por ejemplo, que el edificio descrito en los párrafos anteriores esté construido con materiales producto del trabajo infantil.


==Artículos Relacionados==
==Artículos Relacionados==
* [[Valoración por Indicadores. Sobre la Medida de la Sostenibilidad en la Edificación]]
* [[Desarrollo Sostenible. Sobre la Medida de la Sostenibilidad en la Edificación]]
* [[Desarrollo Sostenible. Sobre la Medida de la Sostenibilidad en la Edificación]]
* [[Gestión de Recursos. Sobre la Medida de la Sostenibilidad en la Edificación]]

Revisión actual del 11:51 17 mar 2010


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Medición de los Indicadores

Vistos los aspectos más importantes relacionados con la sostenibilidad en la edificación, la cuestión capital consiste, ahora, en la forma de medirlos.

A pesar de que los objetivos pueden ser enunciados de forma muy genérica y medidos a través de parámetros muy precisos, los sistemas de indicadores requieren, por el hecho de actuar casi siempre sobre proyectos y no sobre edificios, evaluar más las estrategias que los resultados concretos de los mismos.

Esta característica complica la manera de llegar a los objetivos, pero permite, a cambio, captar las estrategias de diseño que se consideren más válidas para lograr los objetivos genéricos y, mediante unos baremos de puntuación, valorar su importancia relativa. La aportación de estrategias es interesante porque proporciona pistas sobre los caminos de cambio que debemos promover, como mínimo en el momento actual, lo que es positivo para el sector.

De todos modos, hemos de pensar que, una vez alcanzados determinados objetivos, no tenemos que relajarnos creyendo que la sostenibilidad ya se ha conseguido, sino todo lo contrario: habrá que plantearse nuevos hitos para seguir recorriendo un camino en el que debemos permanecer atentos, vigilantes, y con una cierta actitud inconformista.

Volvamos, sin embargo, al tema de la valoración por indicadores.

Sistemas de Valoración

Si deseamos representarnos una imagen de lo que es una edificación sostenible en función de los sistemas de valoración mediante indicadores, será necesario realizar un ejercicio algo más complejo.

Dado que cada indicador establece una tendencia respecto a una característica de la edificación, y la diferencia entre los valores estándar y los valores mejor puntuados por el sistema marca la dirección de la tendencia, obtendremos la imagen de lo que es una edificación sostenible –en el marco del sistema en cuestión– si llevamos al límite cada uno de los indicadores en la dirección establecida por la tendencia marcada.

Los resultados muestran unos modelos de referencia de la edificación sostenible muy concretos.

Así, por ejemplo, en el caso del método de certificación ambiental LEED (Leadership in Energy & Environmental Design, US Green Building Council), que es un sistema de indicadores promovido por promotores, constructores y el todopoderoso Departamento de Energía de los EEUU, el ejercicio de llevar hasta el límite las tendencias de cada indicador dibuja un edificio con las características siguientes:

  • El edificio está construido sobre un terreno marginal, sin valor ecológico, y muy probablemente sobre una edificación existente.
  • Capta el agua que usa, la recicla y la devuelve al ciclo natural depurada; en ningún caso interfiere el agua que circula fuera de sus límites.
  • Los materiales son 100% reciclados o renovables, de origen local y no producen ningún tipo de emisiones en el proceso de transformación y puesta en obra. De hecho, lo más probable es que no sea un edificio de nueva
construcción, sino la rehabilitación de uno ya existente, con el máximo aprovechamiento de sus subsistemas.
  • Aporta una calidad ambiental interior óptima, permite unas demandas de confort adaptadas a los usuarios y la eficiencia está continuamente controlada.

Sobre este modelo podríamos superponer, solo con algunos matices, los modelos de edificación sostenible deducibles de los otros sistemas analizados o de otros métodos de valoración ambiental de la edificación. Conviene destacar, como ya se ha comentado, la ausencia de demandas éticas, pese a que en la propuesta Brundtland ostentan un papel central: nada impide, por ejemplo, que el edificio descrito en los párrafos anteriores esté construido con materiales producto del trabajo infantil.

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