Trabajos de Menor Riesgo con Presencia de Amianto

De Construmatica


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Definición de Trabajos de Menor Riesgo

La Directiva europea sobre la protección de los trabajadores contra el amianto (2003/18/CE) establece que, si la evaluación del riesgo muestra que el riesgo de exposición es bajo, puede no ser necesario notificar los trabajos a la autoridad responsable del Estado miembro. El apartado 6.3 recoge los criterios definidos en el artículo 3 de la citada Directiva que permiten decidir si los trabajos en cuestión cumplen los criterios para ser considerados de menor riesgo. Sin embargo, la interpretación del artículo 3 sigue sometida (en la fecha de redacción de la presente guía) a debate entre los Estados miembros.

Esencialmente, los trabajos corresponderán al ámbito de aplicación del presente capítulo si la exposición del trabajador es esporádica y de baja intensidad, y si los resultados de la evaluación del riesgo (realizada según lo indicado en el capítulo 5) muestran que la exposición está por debajo del valor límite de exposición profesional establecido para el amianto (0,1 fibras/cm3, medidas como una media ponderada en el tiempo para un período de ocho horas [o una o cuatro horas en algunos Estados miembros]). Entre los posibles ejemplos de trabajos que pueden entrañar un riesgo bajo (y cuya notificación puede no ser obligatoria, dependiendo de los reglamentos nacionales), cabe citar los trabajos con materiales no dañados y no friables que contengan amianto, la retirada de materiales no dañados que contengan amianto intacto o la encapsulación o sellado de materiales que contengan amianto y que estén en buen estado. Es probable que la manipulación de materiales que contengan amianto intacto y no friable dé lugar a una exposición baja.

Las actividades que se enumeran a continuación pueden considerarse ejemplos de trabajos de bajo riesgo, siempre que durante su realización se tomen medidas para reducir al mínimo la liberación de polvo en el aire: la retirada de una sola placa de techo de amianto, la retirada de un único panel de un tablero aislante de amianto intacto, que entrañe la perforación de un máximo de veinte agujeros (de menos de 20 mm de diámetro) en dicho tablero (extremando las precauciones para impedir la liberación de polvo, incluido un sistema simple de ventilación por aspiración localizada mediante un aspirador de clase H conectado a una capucha que cubra la broca). En la guía «Asbestos Essentials» elaborada por el Health and Safety Executive del Reino Unido [HSG 210 y HSG 213, HSE (2001)] pueden encontrarse otros posibles ejemplos de trabajos de menor riesgo. La guía ED 809, publicada por el INRS, recoge asimismo ejemplos de trabajos de mantenimiento, y algunos de esos ejemplos pueden considerarse también trabajos de menor riesgo. No obstante, las concentraciones típicas publicadas en la guía ED 809 muestran que, en muchas de las actividades de mantenimiento, las concentraciones pueden exceder de 0,1 fibras/cm3 durante los trabajos. Por lo tanto, dependiendo de la duración de los trabajos, se pueden alcanzar concentraciones que, medidas como medias ponderadas en el tiempo, pueden exceder del límite de exposición.

Si sólo se dispone de información limitada sobre la que se pueda basar la evaluación del riesgo de exposición probable previa a los trabajos, es conveniente efectuar mediciones con el fin de establecer las concentraciones reales y realizar una evaluación del riesgo más fiable ante la posibilidad de que sea necesario realizar trabajos similares en el futuro.

Deberán adoptarse medidas de control suficientes para cubrir cualquier incertidumbre existente en la evaluación del riesgo.

En Francia se dispone de una base de datos, denominada Evalutil (http://etudes.isped.ubordeaux2.fr/evalutil.), que ofrece información sobre diversas estimaciones publicadas relativas al nivel de exposición al amianto en distintas actividades; en el apéndice 1 se describe esta base de datos.

Procedimientos Generales para los Trabajos de Menor Riesgo

Principios generales

Antes de iniciar cualquier trabajo que entrañe la manipulación de materiales que contengan amianto o cualquier actividad en las proximidades de estos materiales, debe haberse realizado la evaluación del riesgo y el plan de trabajo.

El personal debe haber recibido la formación adecuada y los equipos necesarios. Asimismo, debe haberse organizado de antemano la delimitación y la separación de la zona de trabajo, y se debe haber provisto a los trabajadores de los equipos de protección respiratoria y protección personal convenientes y de las instalaciones sanitarias para el aseo personal, de acuerdo con lo indicado en el capítulo 9. Una vez que estos preparativos se han completado, el presente capítulo aborda los métodos prácticos a los que puede recurrirse para la retirada del amianto y para reducir al mínimo la exposición.

Procedimientos prácticos

Si usted emplea a trabajadores que van a iniciar trabajos de menor riesgo con materiales que contengan amianto o supervisa su trabajo, asegúrese de que previamente se hayan completado la planificación, la preparación y la formación señaladas anteriormente y en capítulos anteriores.

Al realizar una evaluación del riesgo, debe asegurarse de que ésta preste la debida consideración a los riesgos a los que puedan estar expuestos los trabajadores y terceras personas.

Al redactar las instrucciones relativas a cómo deben realizarse los trabajos en la obra en cuestión, debe incluir los procedimientos prácticos que se describen más adelante y los detalles específicos de la obra (por ejemplo, qué ruta debe utilizarse para la evacuación de los residuos).

Restrinja el número de personas que participan en los trabajos.

Debe asegurarse también de que se dispone de los equipos necesarios para ejecutar estos procedimientos y de que dichos equipos están en buenas condiciones de funcionamiento.

Debe asegurarse de que la gestión y la supervisión son las adecuadas para inspeccionar y comprobar que se siguen las instrucciones sobre unas prácticas de trabajo seguras.

Elabore y mantenga registros relativos al personal, los tiempos transcurridos, y la exposición al amianto medida o estimada.

Si está a punto de iniciar trabajos de menor riesgo (según lo definido anteriormente) con materiales que contengan amianto, debe comprobar que se han llevado a cabo los preparativos mencionados anteriormente y los referidos en capítulos anteriores (es decir, que usted dispone de instrucciones por escrito que definen y limitan la extensión de los trabajos y especifican las precauciones que deben adoptarse (capítulo 5), ha recibido la formación pertinente (capítulo 7) y cuenta con los equipos necesarios .

A continuación, debe hacer lo siguiente:

  • Delimite la zona y proteja la seguridad de terceras personas.
  • Planifique los trabajos con vistas a minimizar o evitar la perturbación de materiales que contengan amianto.
  • Cubra las superficies con láminas de polietileno de 125 μm [500 galgas ] o 250 μm de espesor (que, una vez finalizados los trabajos, deben desecharse como material potencialmente contaminado con amianto).
  • Durante los trabajos, la presencia de trabajadores debe reducirse al mínimo.
  • Recurra a métodos que minimicen la liberación de fibras de amianto en el aire (por ejemplo, la aspiración simultánea o la pulverización de agua).
  • Utilice equipos de protección respiratoria adecuados y recomendados para el amianto (por ejemplo, EN 149 FFP3).
  • Evite romper materiales que contengan amianto.
  • Evite trabajar con materiales que contengan amianto y que estén directamente encima de usted.
  • Utilice aspiradores aptos para amianto (clase H) y aplique exclusivamente métodos de limpieza que eviten la formación de polvo, como trapos húmedos, paños pegajosos (a los que se adhiera el polvo) – NO barra ni utilice equipos de aire comprimido para limpiar.
  • Si los trabajos entrañan la manipulación de materiales que contengan amianto y que estén situados directamente encima de usted, como, por ejemplo, la retirada de una sola placa de techo, construya un confinamiento simple de aproximadamente 1 m2 (es decir, que abarque el área de la placa) para evitar la dispersión de polvo en el aire. El

confinamiento puede consistir en una simple estructura de madera recubierta con polietileno resistente (por ejemplo, de 125 μm de espesor [500 galgas]). Compruebe la estanquidad del confinamiento pasando un tubo de humo por el polietileno y especialmente por las juntas. Indique a un colega que verifique cualquier fuga de humo con buena luz o una linterna potente.

  • Retire cuidadosamente los tornillos o los clavos, evitando la liberación de polvo mediante:

o cola espesa (como la utilizada para empapelar las paredes), recubriendo con ella el tornillo o clavo antes de sacarlo,

o ajustando un sistema de ventilación por aspiración localizada al tornillo, y conectándolo a un aspirador apto para amianto (de clase H);

o a continuación, trate los tornillos o clavos retirados como material contaminado con polvo de amianto.

  • Retire las placas o tableros que contengan amianto intactos, evitando romperlos o dañarlos.
  • Deposite los materiales que contengan amianto directamente y con cuidado en bolsas de plástico etiquetadas (es decir, no deje que se acumulen residuos sin empaquetar).
  • Llene sólo parcialmente las bolsas de residuos, de modo que puedan cerrarse bien fácilmente.
  • Al cerrar la bolsa, evite expulsar el aire, ya que éste podría contener polvo y amianto; ciérrela cuidadosamente y colóquela cerrada y etiquetada en otra bolsa de plástico transparente resistente.
  • En el caso de objetos más voluminosos que no quepan en bolsas (por ejemplo, un tablero aislante de amianto entero), consérvelos intactos y envuélvalos en su totalidad con dos capas de polietileno en las que deberá figurar una etiqueta claramente visible que advierta de la presencia de amianto (la etiqueta puede fijarse, por ejemplo, a la

cara interna de la capa exterior de plástico transparente).

  • Reduzca al mínimo el riesgo de dispersión de la contaminación, limitándose a seguir una ruta de evacuación establecida de antemano y procediendo con cuidado para evitar que las bolsas puedan dañarse accidentalmente en el tránsito desde la zona de trabajo hasta una instalación segura para el almacenamiento de residuos.
  • Una vez embolsados o empaquetados y a la espera de poderlos retirar de la obra, deposite los residuos de materiales que contengan amianto en un lugar de almacenamiento seguro (por ejemplo, un contenedor que cierre herméticamente).
  • Antes de abandonar la zona de trabajo, lávese siempre a fondo.

Una vez finalizados los trabajos, asegúrese de que la zona de trabajo queda otra vez limpia, utilizando un aspirador de clase H y/o toallas de papel humedecidas para limpiarla. Elimine las toallas usadas como material contaminado con amianto.

Por último, al quitarse los equipos de protección personal y de protección respiratoria, siga los procedimientos de higiene establecidos para garantizar que ni usted ni terceras personas queden expuestas al amianto que pueda haber en su ropa de trabajo. Utilice monos desechables que deben eliminarse como residuos contaminados con amianto una vez usados, o monos lavables que puedan limpiarse bajo la ducha antes de quitarse. Para eliminar el polvo que haya podido quedar en el mono, utilice un aspirador de clase H; es conveniente que los compañeros se ayuden mutuamente en la limpieza de los monos, permitiendo así llegar a la parte trasera del mono. Conserve puesto el equipo de protección respiratoria hasta el último momento.

  • Lave las botas.
  • En el caso de que el mono sea desechable, déle la vuelta al quitárselo para atrapar cualquier resto de polvo.
  • Limpie (con una toalla húmeda) el exterior de su equipo respiratorio.
  • Enjuague y lave su equipo personal de protección respiratoria (poniéndolo debajo de la ducha, en el caso de que se disponga de ellas) y, sólo entonces, quíteselo.
  • NO se lleva a casa la ropa de trabajo – debe utilizar ropa desechable o llevarla a una lavandería especializada en ropa contaminada con amianto.

Si es usted inspector de trabajo, debe:

  • establecer un sistema que le permita auditar/visitar parte de las obras en las que es probable que se realicen este tipo de trabajos sin anunciar su visita de antemano;
  • verificar la disponibilidad de instrucciones por escrito y comprobar que éstas sean claras y recojan las recomendaciones aquí expuestas;
  • comprobar la disponibilidad de registros de formación, equipos, equipos de protección respiratoria y equipos de protección personal, y verificar que estos registros estén actualizados y sean adecuados;
  • tratar de encontrar pruebas que indiquen que se han ejecutado completa y coherentemente los procedimientos prácticos anteriormente mencionados para reducir al mínimo la liberación de polvo, con el fin de prevenir la exposición y la dispersión de la contaminación; así, por ejemplo, si se ha retirado un tablero aislante de amianto, este debería estar intacto y el examen de los agujeros practicados para extraer los tornillos (visibles a través del embalaje) debería reflejar que los tornillos se han retirado con cuidado;
  • verificar que la evaluación del riesgo es coherente con los trabajos efectuados;
  • comprobar que la evaluación del riesgo presta la debida consideración a la seguridad de terceras personas;
  • comprobar que la tipificación de los trabajos como trabajos cuya notificación no es obligatoria responde a la realidad;
  • verificar que se ejercen controles adecuados que apoyan las exposiciones estimadas en la evaluación del riesgo y que se dispone de buenos registros de las mediciones de la exposición;
  • comprobar si los resultados del control de la exposición indican que la exposición real se calculó adecuadamente en la evaluación del riesgo;
  • comprobar si los registros de la empresa son lo suficientemente detallados y permiten una trazabilidad adecuada;
  • verificar el cumplimiento de los reglamentos nacionales sobre estas cuestiones.

Estos principios generales cubren la mayor parte de los trabajos de menor riesgo. Las instrucciones por escrito del empresario o del supervisor de los trabajadores pueden determinar qué procedimientos deben aplicarse a un trabajo específico. Sin embargo, el apartado siguiente recoge ejemplos en los que los principios se aplican a trabajos específicos.

Empleo de cintas y señales de advertencia para delimitar la zona.
Señales de advertencia que avisan del peligro e indican las precauciones que deben adoptarse, mediante símbolos y texto

Ejemplos de Trabajos de Menor Riesgo

Limpieza de los canalones de un tejado de fibrocemento

Los escombros depositados en los canalones de un tejado de fibrocemento pueden contener amianto, por lo que su limpieza puede entrañar un riesgo de exposición al amianto y de dispersión de la contaminación por amianto. En consecuencia, la persona que vaya a encargarse de realizar este trabajo debe haber recibido una formación adecuada.

El equipo de protección personal necesario incluye:

  • monos desechables equipados con un capuz;
  • pueden ser necesarios monos impermeables (dependiendo de las condiciones climatológicas);
  • botas que puedan descontaminarse (sin cordones);
  • en función de la evaluación del riesgo, puede no requerirse un equipo de protección respiratoria, pero sí será conveniente utilizar un equipo respiratorio desechable (EN 149 FF P3).

Entre las herramientas necesarias cabe señalar:

  • una plataforma de acceso (por ejemplo un andamio o una plataforma elevadora móvil);
  • cintas y señales de advertencia;
  • un cubo de agua y detergente;
  • una regadera o un pulverizador como los utilizados en jardinería;
  • una paleta o llana;
  • trapos;
  • un contenedor adecuado para depositar los residuos de amianto (por ejemplo, una bolsa de polietileno del color correspondiente etiquetada).

Al preparar la zona de trabajo debe tenerse en cuenta lo siguiente:

  • para los trabajos en altura, han de tomarse las precauciones apropiadas para prevenir el riesgo de caídas;
  • debe restringirse el acceso al área de trabajo (por ejemplo, mediante cintas y señales de advertencia);
  • debe restringirse al mínimo necesario la presencia de personal en la zona de trabajo;
  • deben instalarse plataformas de acceso seguras.

El proceso de limpiar los canalones entraña las operaciones siguientes:

  • mezclar el agua y el detergente;
  • verter o pulverizar el agua con detergente en el canalón, evitando utilizar demasiada agua para que no se forme barro;
  • retirar los escombros con la llana o la paleta y depositarlos directamente en el contenedor de residuos;
  • humedecer de nuevo los escombros si se descubre material seco.

La limpieza posterior implica lo siguiente:

  • la utilización de trapos húmedos para limpiar los equipos;
  • la utilización de trapos húmedos para limpiar las plataformas de acceso;
  • la colocación de los escombros, los trapos utilizados y otros residuos potencialmente contaminados con amianto en el contenedor destinado a los residuos de amianto.

La descontaminación personal entraña las siguientes operaciones:

  • deshacerse de los monos de trabajo tratándolos como material potencialmente contaminado;
  • limpiar cualquier resto de los escombros en las botas;
  • el aseo personal: lavado o ducha.

Una vez concluidos los trabajos, el procedimiento de inspección debe incluir un examen visual minucioso de la plataforma y la zona próxima para comprobar que se haya limpiado correctamente.

Si usted emplea a trabajadores que se disponen a limpiar los escombros de los canalones de un tejado de fibrocemento o supervisa su trabajo, debe dar por sentado que los escombros contienen amianto.

Por tanto, debe hacer lo necesario para garantizar que:

  • la evaluación del riesgo tenga en cuenta los riesgos derivados del amianto y de las caídas de altura, y aborde también los riesgos para terceras personas (relacionados con el amianto y con la caída de materiales desde una altura);
  • se disponga de planes de trabajo por escrito relacionados con los trabajos indicados anteriormente y que estos tengan en cuenta procedimientos seguros para los trabajos en altura;
  • la presencia de personal se haya reducido al mínimo;
  • el personal haya recibido una formación adecuada sobre los riesgos del amianto y los trabajos en altura;
  • se disponga de los equipos de protección y seguridad necesarios;
  • se haya organizado la eliminación adecuada de los residuos ;
  • los controles visuales realizados una vez concluidos los trabajos sean rigurosos.

Si usted está a punto de llevar a cabo esta tarea:

  • restrinja el acceso de terceras personas (por ejemplo, con cintas y señales de advertencia);
  • mantenga los escombros húmedos pero evite utilizar demasiada agua, ya que esto podría dificultar aún más el control de la dispersión de la contaminación;
  • coloque los escombros en un contenedor de residuos adecuado (por ejemplo, en una bolsa de polietileno etiquetada);
  • manténgase alerta ante la presencia de viento, ya que éste puede aumentar el riesgo de dispersión de la contaminación y poner en peligro a los trabajadores que se encuentren en el tejado;
  • una vez finalizados los trabajos, límpielo todo minuciosamente.

Siga el plan de trabajo redactado por el empresario en todas las operaciones relacionadas con los trabajos. Utilice procedimientos seguros para trabajar en altura.

Si es usted inspector de trabajo, debe:

  • tratar de encontrar pruebas que confirmen que se han aplicado las recomendaciones anteriormente mencionadas, según lo especificado en el plan de trabajo y en la formación;
  • comprobar que se han tomado las precauciones adecuadas para trabajar en altura;
  • llevar a cabo las comprobaciones indicadas normalmente para los trabajos de bajo riesgo.

Retirada de un panel mural de un tablero aislante de amianto

Retirada de un único panel atornillado, de una superficie inferior a 1 m2, de un tablero aislante de amianto. Esta tarea entra en la categoría de los trabajos cuya notificación no es obligatoria a condición de que el tablero aislante de amianto no haya sufrido daños de consideración, no esté recubierto por una capa de pintura demasiado espesa (de forma que la retirada de un panel pueda dañar otros paneles adyacentes), y no se presente en forma de listones de techo.

El equipo de protección necesario para esta actividad incluye lo siguiente:

  • monos desechables con capuz;
  • botas que puedan descontaminarse (sin cordones);
  • protección respiratoria desechable (EN 149 FF P3).

Los materiales necesarios son los siguientes:

  • polietileno resistente y de espesor suficiente (250 μm) y cinta aislante;
  • cintas y señales de advertencia;
  • aspirador de clase H (apto para amianto);
  • imán y destornillador;
  • material sellante, por ejemplo, poliacetato de vinilo (PVA);
  • un cubo de agua, un pulverizador como los utilizados en jardinería y trapos;
  • etiquetas adhesivas en las que se advierta de la presencia de amianto;
  • un contenedor adecuado para residuos de amianto (por ejemplo, una bolsa de polietileno etiquetada);
  • iluminación apropiada.

El área de trabajo debe prepararse de la manera siguiente:

  • si los trabajos van a realizarse en altura, es preciso organizar un acceso seguro y prevenir el riesgo de caídas;
  • restrinja el acceso (cierre la puerta y coloque cintas y señales de advertencia);
  • erija una plataforma de acceso seguro, si se va a trabajar en altura;
  • inspeccione el panel y si está en buen estado, proceda según lo descrito más adelante; si no está buen estado o es posible que resulte dañado al retirarlo, considere esta actividad como un trabajo de notificación obligatoria ;
  • utilice láminas de polietileno de 250 μm de espesor para cubrir las superficies que puedan contaminarse;
  • verifique que se dispone de una iluminación adecuada.

Para la retirada del panel:

  • utilice el imán para localizar los tornillos de acero;
  • o, en el caso de que los tornillos sean de latón, raspe cuidadosamente la pintura con aspiración simultánea;
  • desatornille con aspiración simultánea;
  • separe con cuidado uno de los extremos del panel y aspire la superficie posterior;
  • pulverice la superficie posterior con material sellante;
  • extraiga todos los tornillos restantes del mismo modo;
  • baje el panel y deposítelo en el contenedor de residuos, o empaquételo dos veces con láminas de polietileno de 250 μm de espesor y pegue las etiquetas que advierten de la presencia de amianto.

Limpie la zona de trabajo y los equipos:

  • utilice un aspirador de clase H para limpiar la zona de trabajo;
  • utilice un destornillador y un aspirador de clase H para limpiar los agujeros donde se alojaban los tornillos;
  • utilice un aspirador de clase H y trapos húmedos para limpiar los equipos;
  • deposite los escombros, los trapos utilizados, las láminas de polietileno y cualquier otro residuo en el contenedor destinado a los residuos.

Siga los procedimientos de descontaminación personal al igual que en el ejemplo anterior.

Inspeccione visualmente el área para asegurarse de que se ha limpiado correctamente.

Mantenimiento o retirada de materiales de fibrocemento

Siempre que el tratamiento de los materiales de fibrocemento sea el adecuado, lo más probable es que la evaluación del riesgo establezca claramente que su retirada puede considerarse como un trabajo de menor riesgo. Sin embargo, en el caso de que sea necesario utilizar herramientas mecánicas, la evaluación del riesgo puede indicar lo contrario. (En el apéndice 1 figuran las concentraciones típicas para los trabajos con fibrocemento.)

La evaluación del riesgo debe especificar también el equipo de protección respiratoria conveniente y otros equipos de protección personal.

Para los trabajos de mantenimiento que puedan exigir el contacto con materiales de fibrocemento, deben seguirse los procedimientos generales, y:

• siempre que sea factible, conviene evitar:

o fijar cualquier objeto al fibrocemento, o

o hacer pasar cables a través de él;

  • proteger cualquier superficie adyacente contra la contaminación;
  • mantener el material húmedo al moverlo o trabajar con él;
  • evitar la fractura del fibrocemento;
  • utilizar preferentemente herramientas manuales y evitar el uso de herramientas abrasivas (como lijadoras) o herramientas neumáticas de percusión;
  • en los casos en que se utilicen herramientas motorizadas abrasivas o de percusión, es conveniente ajustarlas a la velocidad más baja posible y utilizarlas con un sistema de ventilación por aspiración localizada, que puede ser:

o una capucha, conectada a un equipo de ventilación por aspiración localizada que se ajuste en torno a la broca (y vaya provista de un dispositivo de fijación con muelles que permita que la capucha permanezca en contacto con el material cuando la broca penetre en él);

o aspiración simultánea con la boquilla de un aspirador de clase H apto para amianto;

  • limpiar el área de trabajo (con un aspirador de clase H) y desechar todos los escombros como residuos que contengan amianto.

Para la retirada de los materiales de fibrocemento (en obras de demolición o reforma) deben seguirse los procedimientos generales descritos en el apartado 11.2.2, y:

  • retirar el fibrocemento antes de la demolición;
  • en las obras de reforma, proteger todas las superficies contra la contaminación;
  • evitar la fractura de materiales de fibrocemento; lo mejor es retirarlos enteros;
  • mantener el material húmedo cuando se trabaje con él, pero evitar un exceso de agua que pueda crear barro;
  • si la retirada del fibrocemento se realiza en altura, bajar el material y colocarlo sobre una superficie dura y limpia;
  • (seguir métodos que permitan un acceso seguro para retirar los materiales de fibrocemento que se encuentren en lugares elevados;)
  • retirar los residuos y los escombros que contengan amianto cuanto antes para evitar que personas o vehículos puedan pisarlos o aplastarlos;
  • NO apilar fibrocemento con un bulldozer;
  • NO barrer los escombros de fibrocemento;
  • desechar los residuos y los escombros de fibrocemento como residuos contaminados con amianto.

Las piezas de fibrocemento de grandes dimensiones deben desecharse enteras. Para ello deben depositarse en un contenedor cerrado o un camión cubierto, o empaquetarse con polietileno antes de su evacuación.

Los pequeños depósitos de escombros y polvo deben limpiarse con un aspirador de clase H apto para el amianto. Los escombros que sean demasiado voluminosos para ser aspirados deben recogerse, depositarse en bolsas y tratarse como residuos que contienen amianto.

Utilización de cinta y láminas de polietileno para proteger el área de trabajo antes de limpiar las juntas de amianto de una válvula.
Humectación de junta de amianto de la válvula
Empleo de herramientas manuales para limpiar juntas y residuos de amianto de la válvula
Empleo de aspiración simultánea para capturar polvo liberado durante la limpieza del amianto de la válvula
Limpieza minuciosa de la zona de trabajo con un aspirador de clase H y trapos húmedos

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