Tecnología de la Construcción. Paredes, Cerramientos y Divisiones Interiores: Comportamiento Estructural de una Pared de Carga

De Construmatica

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Comportamiento estructural de una pared de carga

Apuntábamos en el apartado anterior que las estructuras de paredes de carga suelen combinarse con forjados unidireccionales.

Por tanto, por regla general, la estructura del edificio, construido con paredes de carga, la forman un conjunto de paredes paralelas entre sí.

Estas paredes de carga transmiten las cargas del edificio a las cimentaciones de una forma lineal.

No obstante, tal como se ha indicado, una estructura realizada con paredes de carga paralelas debe disponer de otras paredes perpendiculares que las arriostren, pues en caso contrario, se hallarían fuertemente expuestas a que cualquier movimiento, debido a la acción del viento, de seísmos, o de esfuerzos horizontales de la propia estructura, las vuelque.

Así pues, para conseguir que una pared de carga trabaje correctamente debemos asegurarnos de que está correctamente arriostrada.

Para ello debe cumplir dos condiciones esenciales: el monolitismo y la estabilidad.

Monolitismo y estabilidad de una pared de carga

Monolitismo de la pared

Para que una pared sea estable y resistente, la obra de fábrica no puede ser un conjunto de ladrillos dispuestos uno al lado del otro.

Una pared ha de trabajar toda ella como una sola pieza, es decir, debe ser monolítica.

Para conseguir el monolitísmo de una pared se deben contemplar dos aspectos:

a. Aparejar los ladrillos

Es decir, los ladrillos se deben disponer de una forma determinada.

En una pared no se coloca cada ladrillo encima del anterior sino que se disponen de tal forma que queden bien trabados entre sí, haciendo que cada ladrillo de una hilada descanse sobre dos o más ladrillos de la hilada anterior.

Por tanto, los ladrillos deben colocarse de tal manera que las juntas verticales de una hilada no coincidan con las inmediatas inferior y superior.

Colocación de ladrillo a soga, que es una de las formas de aparejar los ladrillos. Observa que las juntas verticales de cada hilada no coinciden

b. Utilizar un material de agarre adecuado

Dicho de otro modo, el mortero que se use debe cumplir las funciones que tiene encomendadas.

Por un lado, el mortero debe permitir que los ladrillos se asienten bien.

Por otro lado, debe dar suficiente resistencia a las juntas, evitando que se abran, porque la resistencia del mortero tiene una influencia importante en la resistencia final de la pared.

Ten presente que una pared sin mortero no se aguantaría, pero una pared mal trabada tampoco.

En una pared las cargas se transmiten normalmente de arriba a abajo. Cada hilada recibe el peso de las hiladas superiores, y lo transmite a las inferiores, añadiendo a éstas su propio peso.

En los puntos especialmente cargados como, por ejemplo, cuando una viga apoya su peso sobre la pared, ésta transmite su propio peso, así como la carga que transporta, a los ladrillos sobre los que se apoya directamente.

Si la pared está bien trabada, este peso se repartirá sobre las hiladas que tiene debajo y no sólo sobre unos pocos ladrillos. Esto provoca que una buena parte de la pared, a ambos lados de donde se aplica la carga, colabore también a resistir el peso aplicado.

En esta colaboración también el mortero cumple una misión fundamental.

Su misión es conseguir que no sólo trabajen las hiladas situadas justo debajo de la carga, sino que también lo hagan las que estén a su misma altura e incluso por encima, impidiendo que la parte más cargada se vaya hacia delante o hacia atrás, desequilibrando la pared.

El mortero colabora en que trabajen todas las piezas cerámicas de las hiladas próximas a la zona de influencia de la carga

El monolitismo de la pared también interviene cuando debe realizarse una abertura.

Gracias a este monolitismo se configura lo que se llama un arco de descarga, que permite que todo el peso de la pared se traslade a ambos lados del hueco, denominadas las jambas, excepto el pequeño paño situado inmediatamente encima de la abertura, que ha de ser soportado por otro elemento constructivo, denominado dintel, y que se coloca encima del hueco de aquella para aguantar este tramo de pared.

Esquema de distribución de las cargas en una obertura de una pared

Estabilidad

Las paredes de carga suelen tener muy poco espesor en relación a su longitud y a su altura, lo que provoca que casi no ofrezcan ninguna resistencia a doblarse.

Se ha explicado en un apartado anterior que cuando se construye un edificio con paredes de carga, al mismo tiempo se realizan unas paredes perpendiculares, que traban con aquellas, que se denominan paredes de riostra.

Para que esta traba funcione, las paredes han de estar bien unidas entre sí.

Pero además de las paredes de riostra, hay otro elemento constructivo que colabora en la estabilidad de las estructuras realizadas con paredes de carga.

Se trata de los forjados que son los que contribuyen a rigidizar la estructura y ayudan a hacerla indeformable.

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