Los Mecanismos Progresivos de la Urbanización. El Acceso a los Servicios Urbanos y la Urbanización en los Países del Sur

De Construmatica


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Las Formas de Crecimiento Urbano como Instrumentos de Análisis de la Urbanización

El análisis entre la evolución de la vivienda y de la urbanización, así como de la introducción de las redes de servicios urbanos implica separar y analizar los tres actos que constituyen las formas de crecimiento urbano (SOLÀ MORALES, 1993):

  • Edificación (E),
  • Parcelación (P) y
  • Urbanización (U), entendida ésta última como el instrumento para disponer de servicios y equipamientos.

La distinta combinación de estos tres elementos nos va a delimitar las distintas formas de crecimiento urbano.

La secuencia ideal sería preservar un espacio para poder situar la red de calles y la de servicios urbanos; a continuación, parcelar los espacios interviarios, es decir, los recintos que delimitan las calles, y, finalmente, edificar. La combinación de los mecanismos P, E y U no se produce siempre así. Si analizamos las distintas formas de crecimiento urbano según el nivel de mayor o menor precariedad obtenemos el esquema de la figura siguiente:

Esquema de evolución temporal y espacial de las formas de crecimiento urbano.JPG

En primer lugar se encuentra el barranquismo, donde la vivienda no dispone de la delimitación de la parcela.

Se trata de la construcción de viviendas precarias sobre unos terrenos cuya propiedad asociada a las parcelas no está clara. El peldaño siguiente es la urbanización marginal, en la que la parcelación ha quedado delimitada y la propiedad más o menos clarificada a pesar de que la urbanización no exista, y a duras penas se ha asegurado la accesibilidad.

A continuación destaca la forma denominada hileras suburbanas, en las que las parcelas y edificaciones se asientan siguiendo una infraestructura viaria, como puede ser una carretera; como mínimo la accesibilidad viaria mecanizada está asegurada.

En el siguiente estadio ya se sitúan los procesos de generación de formas urbanas que desarrollaron los países avanzados durante la segunda mitad del siglo XIX y el siglo XX y que denominamos ensanche (1861), ciudad jardín (1898) o polígonos (1925). Todas ellas tienen en común que existe en primer lugar una formalización de la parcelación situada como punto de partida la urbanización (U) aunque combinada con la E y la P de formas distintas en el tiempo.

Así, mientras en el ensanche los procesos P, U y E están separados en el tiempo, en la ciudad jardín P y U van juntas y más tarde se edificará, mientras que en el polígono los tres actos se producen en la misma etapa, ya que cuando se construye el bloque de viviendas se realiza la urbanización y la parcelación.

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