Habitaciones de Uso Privado. Composición de la Vivienda

De Construmatica


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Dimensiones de las habitaciones

Edificio de viviendas en Laufenburg, Suiza (Burkhalter & Sumi)

Existe un deseo generalizado de que las habitaciones de uso privado sean grandes.

Los cambios en la independencia y en la intimidad deseada y practicada por los ocupantes de la vivienda determinan cada vez más que las habitaciones privadas no sean un simple dormitorio sino un lugar para dormir pero también para estudiar, leer, escuchar música, allí se juega, se mira la televisión, se navega por internet y se recibe a los amigos.

Viviendas de protección pública en Berlín, Alemania (Kleinhues, Moldenschardt, 1965-66)

Ello sugiere que una superficie de 6 m2 no ofrece suficiente espacio para desarrollar satisfactoriamente todas estas actividades y, por tanto, es necesario aumentar la superficie de las habitaciones.

La habitación principal, con una superficie mínima de 10 m2, es posiblemente la que acoge menos actividades ya que sus ocupantes generalmente disponen el uso preferente de los espacios de uso común. Si se producen, entre padres e hijos, diferencias de apetencias sobre lo que ver por televisión, y la vivienda dispone de más de un televisor, generalmente son los padres los que permanecen en la sala de estar. Todo ello, junto con la conveniencia de que las habitaciones sean polivalentes y que no tengan una definición funcional muy estricta, sugiere que en el futuro se ha de tender hacia la igualdad de medidas en todas las habitaciones.

La necesidad de una habitación espaciosa se manifiesta especialmente en el caso de la gente de edad avanzada que no vive en la que había sido su propia casa. La gente de edad avanzada necesita una habitación amplia, tanto por su limitación de movimientos como por su deseo de vivir acompañadas del mobiliario y de los objetos de toda su vida.

La habitación cercana a la puerta de entrada

Una cualidad a valorar en las viviendas es que dispongan de una habitación con acceso muy próximo a la puerta de entrada.

Proyecto de edificio de viviendas Makuhari, Chiba (Japón)

De esta manera la habitación puede gozar de una gran independencia respecto al resto de la vivienda y, por lo tanto, tener condiciones para dar cabida a actividades laborales que requieren el contacto con personas extrañas o para ser ocupada por alguien que requiera mayor independencia o libertad que el resto de ocupantes. La independencia incluso se puede reforzar dotando a la habitación de un acceso directo al espacio comunitario del edificio, aunque esto es muy difícil en la mayoría de los casos a causa de las limitaciones de acceso de las viviendas.

La situación de una habitación junto a la entrada ha sido una solución poco aceptada en España en las últimas décadas, posiblemente por la influencia de la ideología funcionalista que asoció habitación con dormitorio y, por lo tanto, con zona de noche que, a la vez, se asocia intuitivamente con el interior de la vivienda, junto al equipo sanitario.

Pero hoy día los conflictos de privacidad que se pueden crear por la situación de una habitación junto a la entrada de la vivienda son mínimos porque, como se ha expuesto anteriormente, las visitas no deseadas son muy escasas. Igualmente es conveniente, para ganar independencia, un acceso a las habitaciones desde la entrada sin tener que pasar por la sala de estar.

Privacidad, flexibilidad

Actualmente la privacidad que fundamentalmente se ha de proteger en la vivienda no es la que se debe dar entre sus ocupantes y los visitantes sino la que debe haber entre los mismos ocupantes. Es por ello que, en el caso de que se concentren todas las habitaciones de una vivienda, es más razonable que esta concentración se produzca junto a la entrada de la vivienda que en su fondo. Otro aspecto que debe ser valorado en la vivienda es que una de las habitaciones pueda abrirse a la sala de estar.

De esta manera dicha habitación, además de ser usada como las demás, es susceptible de ser utilizada como estudio con la particularidad de que quien está en ella puede, según su voluntad, aislarse totalmente o gozar de la comunicación con la sala de estar.

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