Exposición a Polvos de Maderas Duras. Riesgos Asociados

De Construmatica

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En la industria de la madera existen variedad de operaciones en el trabajo con la madera que originan polvo. Desde su fase inicial en la que el tronco del árbol sufre todo tipo de operaciones de manipulación que entrañan disgregación mecánica; trocear, cortar, serrar. Pero son las operaciones de lijado, fresado y pulido las que originan partículas de polvo de madera más finas de diámetro inferior a 100 micras y , por tanto inhalables para los trabajadores, incluso pudiendo generar tamaño inferiores a 5 micras por lo que pueden llegar a la zona de intercambio gaseoso, los alvéolos pulmonares, zona extremadamente sensible a agentes externos.

Efectos para el organismo

La madera puede tener gran variedad de sustancias químicas nocivas. Algunas propias de la madera como resinas, alcaloides, colorantes naturales, hongos, bacterias... y otras como productos químicos aplicados por el hombre para protegerla , como antifúngicos, insecticidas, o sustancias propias de la actividad industrial como barnices o colorantes artificiales. Además de la toxicidad de la madera en sí, variable según el tipo de madera dura o blanda , muchos de estos agentes intrínsecos o extrínsecos a la madera pueden afectar al organismo por vía dérmica o por vía respiratoria.

  • Vía dérmica: estos agentes como por ejemplo son las el polvo de maderas exóticas, pueden causar por contacto alergias o eccemas de contacto, ante una reacción alérgica retardada que provoca estas irritaciones. Esto es debido a una alta presencia de colorantes y taninos, muy presentes en maderas duras tropicales como el iroko, makoré y teca.
  • Vía respiratoria: Los efectos de inhalar polvo de madera se traducen en irritación de las vías respiratorias, que causan estornudos, rinitis aguda, sangrado de la nariz e incluso asma. Las exposiciones prolongadas al polvo pueden desencadenar a lo largo del tiempo una fibrosis pulmonar. Esta es una enfermedad en la cual se forman cicatrices en el tejido intersticio que soporta los pequeños sacos de aire (alvéolos) en los pulmones. Con el tiempo las cicatrices pueden impedir una correcta provisión de oxigeno a los tejidos de todo el cuerpo. Los alvéolos, el tejido de los pulmones que los rodean, los vasos capilares de los pulmones, son destruidos por la formación del tejido cicatrizante o fibrosis.


Las partículas de madera mas gruesa debido a su tamaño quedan retenidas en los senos faciales, que son cavidades internas por donde el aire es filtrado y calentado antes de pasar a la traquea y los bronquios. La presencia de este polco de madera puede provocar reacciones inmonológicas que deriven en brotes de asma ( los bronquios se cierran e impiden una correcta respiración) y rinitis (estornudos, picores, obstrucción nasal, secreciones nasales y falta de olfato). Con el tiempo esto también puede provocar una infección de las mucosas que recubren estas cavidades y acabar originando una lesión precancerosa que puede derivar en un cáncer. Es un proceso lento durante exposiciones de 20- 30 años pero una vez desatado tiene un tratamiento muy difícil.

Factores de riesgo importantes

Todos estos riesgos aumentan con la presencia y aumento de estos factores:

  • Concentraciones > 5 mg/m3 de polvo de madera en el puesto de trabajo
  • Trabajos con maderas duras
  • Maderas ricas en taninos como el roble y el haya
  • Otras sustancias químicas como pinturas, barnices, colas, colorantes, etc

¿Cuáles son las maderas duras y blandas más comunes en la industria de la madera?

Esta es una clasificación que no define la dureza, sino más bien su densidad, normalmente determinada porque las maderas consideradas duras son más densas, tienen un crecimiento más lento, menor proporción de resinas y mayor presencia de colores oscuros, y potencialmente más peligrosas.

Maderas blandas Maderas duras Maderas duras exóticas
Abeto (Abies) Arce (Arce) Iroko (Chlorophora excelsa)
Pino (Pinus) Abedul (betula Ebano (Diospyros)
Cedro (Cupressus) Castaño (Castanea) Teca (Tectona Grandis)
Ciprés (Chamaecy-paris) Haya (Fagus) Limba (Terminalia superba)
Picea (Picea) Fresno (Fraxinus) Abachi (triplochiton scleroxiylon)
Roble (Quercus)
Olmo (Ulmus)

¿Qué dice la legislación española al respecto?

El Real Decreto 665/97 de agentes cancerígenos regula los riesgos en la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo. Tiene por objeto establecer medidas mínimas para proteger a los trabajadores que estén expuestos a agentes cancerígenos. Este R.D. fija las obligaciones del empresario en aspectos como la identificación y evaluación de riesgos, la sustitución de productos cancerígenos, las medidas de reducción de la exposición, las exposiciones accidentales, la vigilancia de la salud de los trabajadores expuestos. La formación e información que se les debe facilitar, etc.

El Instituto nacional de seguridad e higiene utilizando el real decreto 349/2003 ha incluido el polvo de maderas duras en un listado de sustancias cancerígenas con valores VLA-ED (8 horas de exposición y para fracción inhalable de polvo) de 5 mg/m3 para el polvo de maderas duras y blandas. Si bien el polvo de madera dura es más peligroso posee el mismo valor que el polvo de madera blanda puesto que en los residuos es muy difícil determinar si el polvo de madera existente que pueda haber en la atmósfera es duro o blando, si se trabaja con ambos tipos de materia prima. Por ello ambas tienen el mismo valor.

Estar por debajo de estos valores en un puesto de trabajo es determinante para conseguir no estar en situación de riesgo para un trabajador, poniendo especial atención a los puestos de trabajo con mayor exposición a polvo de madera, como son los operarios de sierra circular, lijadoras o durante operaciones de limpieza o mantenimiento en los que siempre es recomendado utilizar protección respiratoria mínima FFP2.

Medidas preventivas

  • Extracción localizada adecuada en el foco de emisión.
  • Ventilación general compatible con la extracción localizada.
  • Procedimientos de trabajo adecuados, que contemplen aspectos de disminución de la dispersión de polvo y medidas de higiene tanto personal como ropa de trabajo.
  • Vigilancia de la salud a los trabajadores con riesgos de exposición.
  • Formación e información a los trabajadores.
  • Equipos de protección personal; gafas y mascarillas con protección mínima FFP2

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