Características Materiales de los Residuos de Excavación y Demolición de Metales

De Construmatica

PortadaMinimizacion.PNG - Itec.gif - LogoProgramaLife.PNG NOTA: Este artículo ha sido creado gracias al Instituto de Tecnología de la Construcción de Cataluña - ITeC mediante el Programa Life de la Comisión Europea (Proyecto Life 98/351), en el marco del Programa de Afiliados de la Construpedia. Pertenece a la publicación Manual de Minimización y Gestión de los Residuos en las Obras de Construcción y Demolición. Puedes descargar gratuitamente la publicación [PDF, 1,16MB]. ¡Atención! Este artículo está sujeto a Derechos de Autor. © ITeC, 2000.
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Los residuos metálicos son los más fácilmente valorizables porque poseen un gran valor.

Se pueden vender sin problemas porque poseen valor residual como chatarra. El acero, el aluminio, el cobre, etc. son materiales ideales para reciclar porque existe una demanda permanente y una industria de transformación adecuada. Además, sus posibilidades de reciclado no se limitan a un solo tipo de productos, ya que forman parte de productos que se encuentran en sectores diversos: entre otros, la industria mecánica, la construcción e incluso objetos de uso doméstico.

Por lo demás su reciclado no solamente es posible sino muy conveniente desde el punto de vista medioambiental puesto que la utilización de los residuos metálicos puede reducir el impacto que origina la producción de metales. En concreto:

  • Evita extraer grandes volúmenes de roca para obtener el mineral.
  • El proceso de transformación del mineral en metal es intensivo en gasto de energía y producción de dióxido de carbono (CO2).
  • El transporte desde las zonas de extracción alejadas de los grandes centros de pro-ducción requiere de mucha energía y provoca, nuevamente, emisiones de CO2.

En otros sectores productivos se separan los metales para reciclarlos de forma más eficiente que en las demoliciones. Todavía hoy en la construcción hay residuos metálicos que no se recuperan y que van a parar al vertedero; o bien no se separan selectivamente de manera que se reducen sus posibilidades de reciclado. Hay, pues, que dejar de lado esas acciones y fomentar la reutilización y reciclado de los residuos metálicos siempre que sea posible.

Para facilitar el reciclado de los metales, en primer lugar es necesario almacenarlos correctamente, separando los metales de los restantes residuos. Esta separación selectiva debe completarse con otra separación que tenga en cuenta los diferentes tipo de metal. El metal no férrico debe separase del metal férrico, ya que el valor residual varía significativamente de uno a otro.

El objetivo prioritario sería reutilizarlos en la propia obra, o, de no ser así, almacenarlos en ella y prepararlos para ser reutilizados en otra. No obstante, en la práctica, la opción del reciclaje es la más viable: los metales se pueden vender a un recuperador de chatarra, y éste transportarlos a un reciclador que los transformará en un nuevo producto. En la actualidad la sostenibilidad del reciclado de los metales es la más segura en relación con cualquier otro material.