Calzado de Protección frente a Temperaturas Bajas

De Construmatica

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Son muchos los trabajadores que desarrollan su actividad laboral a bajas temperaturas, desde pescadores a fabricantes de hielo, pasando por bomberos o personas que desempeñan su labor a la intemperie. La utilización de los Equipos de Protección Individual (EPI) adecuados es imprescindible para evitar las consecuencias para la salud y la seguridad que reviste la exposición a estas condiciones climatológicas. En este artículos se describen las características que debe reunir el calzado de protección frente al frío. El uso del EPI apropiado minimiza las pérdidas de calor y contribuye a crea un microclima satisfactorio en el pie del usuario que le permite desarrollar su actividad sin riesgos.


Los sistemas de regulación calórica interna del organismo humano tratan de mantener el cuerpo a una temperatura constante (alrededor de los 37ºC). En un ambiente frío se ponen en marcha diversos mecanismos que limitan las pérdidas de calor y aumentan su producción. El primer de ellos es la vasoconstricción periférica, lo que provoca una caída brusca de la temperatura cutánea. De esta manera, el cuerpo logra reducir la pérdida calor a base del enfriamiento de las extremidades. El problema surge si la actividad se restringe. Entonces, se puede llegar muy rápidamente a temperaturas cercanas a la congelación. Antes de que esto se produzca, cuando su temperatura desciende por debajo de 15ºC, los dedos y las manos se hacen insensibles y aumenta la posibilidad de disfunciones y accidentes.

Efectos nocivos del frío

A continuación se describen los efectos nocivos que el frío puede tener en el organismo humano, especialmente en las extremidades, y en particular en los pies, que son las partes del cuerpo más propensas a padecerlos.

La necrosis por frío

La necrosis por frío se presenta cuando hay verdadera congelación de los tejidos con la consiguiente alteración de la estructura celular. La primera señal es a menudo una sensación aguda de punzada; sin embargo el frío también causa adormecimiento y anestesia de los tejidos, por lo que es posible que se produzca una congelación grave sin signos previos de alarma. La necrosis por frío puede provocar desde una lesión superficial con enrojecimiento de la piel, anestesia transitoria y flictenas superficiales, hasta congelación de tejidos profundos con isquemia persistente, trombosis, cianosis profunda y gangrena.

El "pie de trincheras"

El "pie de trincheras" o "pie de inmersión" se produce por una exposición prolongada y continua al frío -sin congelación- junto con humedad persistente o inmersión en el agua. Esta afección se debe a anoxia local tisular permanente y a frío moderado o intenso que causa lesiones en las paredes de los capilares.

Aparecen edema, hormigueo, picazón y dolor intenso, seguidos de vesiculación, necrosis superficial de la piel y ulceración.

La hipotermia

La hipotermia puede afectar a todo el organismo y en ocasiones llega a manifestarse con síntomas de congelación. Es una afección grave que resulta de la exposición prolongada al frío y la pérdida de calor. Cuando un individuo se fatiga durante la actividad física es más propenso a perder calor y el mecanismo de vasoconstricción se deprime a medida que se acerca el agotamiento; se produce entonces una brusca pérdida de calor y el enfriamiento crítico.

Requisitos de los EPI antifrío

Como se ha señalado anteriormente, el enfriamiento de todo el cuerpo o de algunas partes del mismo origina molestias, insensibilidad, disfunción neuromuscular y en, última instancia, lesiones por frío.

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Dotar a los trabajadores de los EPI adecuados es una de las medidas preventivas más importantes frente a los riesgos derivados de las bajas temperaturas. Equiparse de buen calzado y prendas de protección evita muchas lesiones provocadas por el frío. Sin embargo, la prevención del enfriamiento mediante el uso de prendas de abrigo, calzado, guantes y gorros o cascos puede interferir en la movilidad y destreza del trabajador. Por este motivo es de gran importancia que los EPI cumplan los siguientes requisitos para ser realmente efectivos y no provocar un excesivo "coste de la protección":

  • Aislar frente al frío, el viento y la humedad
  • Permitir la transpiración y disipación de parte del calor que se genera al trabajar
  • Posibilitar la cómoda realización del trabajo, no excediéndose en peso y volumen.

Características del calzado de seguridad frente a las bajas temperaturas

La función más importante del calzado de seguridad frente a las bajas temperaturas es aislar al pie del frío sin dificultar su propia movilidad. Para ello, debe reunir los siguientes requisitos:

  • Las botas deben proporcionar un gran aislamiento del suelo. Esta función recae directamente en la suela. A través de la elección de los materiales idóneos se puede conseguir un eficaz aislamiento. La combinación de una entresuela de poliuretano (material ligero, flexible, amortiguador de impactos, resistente y aislante) con una suela caucho (resistente a temperaturas extremas de hasta 300ºC y - 30ºC, que se adhiere a toda clase de firmes y proporciona tracción, estabilidad y flexibilidad) es una garantía de seguridad.
  • La suela debe ser flexible para facilitar la movilidad del pie al caminar, y contar con un dibujo antideslizante que aporte estabilidad en terrenos resbaladizos y facilite la evacuación del agua y el barro.
  • Debe elegirse el número de bota adecuado para que quepan varias capas de calcetines y una plantilla.
  • Buena ventilación.
  • Control de la humedad mediante una barrera al vapor entre la capa interior y exterior.
  • Facilidad y rapidez de secado a partir de pieles hidrófugas y materiales impermeables.
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